Día 6

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Usando la ropa del otro.

Milo, estaba molesto Hyoga, Shiryu, Shun y Seiya habían venido a entrenar al santuario para ser santos de oro, Milo no entendía porque si esos niños ya había conseguido las armaduras divinas o como sea que se llamen. 

Aioria, Shaka, Dohko, Aioros, Shura, Mu, Camus. Todos sus conocidos y amigos estaban ocupados, Milo no quería un discípulo pero al menos le gustaría enseñarle sus habilidades a esos niños y de hecho el muy astuto de Milo sospechaba que entre el pato y Andrómeda había algo y no solo ellos, él Pegaso y la lagartija o bueno el dragón chino según él maestro Dohko y algunos de sus compañeros.

Milo, no odiaba a esos niños, les tenía apreció y mucho, pero no le gusta que lo dejen de lado y lo rechacen cuando se supone que esos niños ya tienen un nivel de cosmos superior al suyo por las armaduras divinas, pero ni las usan cuando fueron al pasado todo hubiera sido más fácil si usaran esas armaduras, pero no.

Milo debería ser patriarca era bueno liderando y de seguro todos caerían a sus pies, harían todo lo que él quisiera. Pero el elegido de seguro sería Aioros y a Milo no le molestaba, sólo quería estar con Camus y si su novio tenía tanta urgencia de entrenar porque no lo hacía con él, tendrían un muy entretenido entrenamiento en donde estarían muy juntos.

A Milo, se le ocurrió una maravillosa así que corrió a Acuario, todos los templos estaban vacíos y al parecer Camus había olvidado su armadura en su templo, hecho que hizo muy feliz a Milo.

En Acuario, en frente  de la armadura estaba Milo y con una sonrisa le hablo a la armadura que se encontraba en su Pandora Box.

—Acuario, me dejarías portarte por unos minutos. Tu portador te a dejado aquí sola en la soledad de tu templo y a mi me gustaría portar una armadura tan bonita como tu, por unos minutos para que ambos no estemos solos y aburridos.

Acuario, le respondió con un intenso brillo que alertó a todo el santuario y a esas armaduras doradas que estaban solas en sus templos, todas se juntaron en el templo de Acuario y está última se unió a Milo.

Él rubio encantado, sonrió y empezó a jugar con las armaduras, creando una aventura en sus cabezas e incluso creo nuevos portadores de las armaduras y los llamaba por esos nombres que había inventado.

Todos los que estaban en el santuario fueron a Acuario porque pensaron que era una amenaza pero todos quedaron encantados con Milo y su diversión, en especial Camus nunca pensó que compartiría ropa con alguien más o incluso su propia armadura la que se había ganado y la que lo había elegido a él.

Una mirada bastó para que caballeros de oro, bronce, patriarca, diosa y maestro salieran corriendo de Acuario, Camus entró furioso a su propio templo, Acuario sintió él cosmos de su portador y se separó de Milo y volvió a su forma de Pandora Box dejando solo a Milo. Las demás armaduras también desaparecieron con sus dueños ante la gélida mirada de Camus.

—Milo, qué es todo esto.

—Estaba aburrido y bueno como  no estabas decidí darle compañía a Acuario y sentir un poco tu cosmos y aroma.

Camus con esa directa declaración no pudo seguir molesto con Milo, miro su armadura y le sonrió, la armadura brillo con intensidad y él pelirrojo volvió la mirada a Milo y está vez lo miro con ternura pero con un toqué de frialdad que nunca perdía.

—Milo, no me gusta que toquen mis cosas, pero debo admitir que portabas muy bien a Acuario. —Camus mientras hablaba se dirigió a donde Milo se encontraba .

Acuario tomó entre sus manos él cuello y parte de la manzana de Adán de Milo con sutileza, él rubio cerró los ojos y puso sus manos en los antebrazos de Camus y él pelirrojo le miró con severidad y dijo.

—Milo, si algún día quieres una de mis prendas de ropa, para usarla o sentir que estoy contigo, mientras yo no estoy, sólo pide la y será tuya. Eres libre de usar mi ropa.

Milo con sus ojos cerrados escuchó todo y con sus dos manos ahora en la cara del francés, le beso en los labios con amor sincero y Camus le correspondió también con amor sincero.

Y Acuario, estaba más que encantado o encantada, mirando a esos dos darse amor. La armadura era muy afortunada y lo sabía, pero que mejor que ser usada por él francés y haber podido ser usada por escorpio. La armadura se preguntó que sentiría la armadura de Escorpio, se sentiría igual que la de Acuario e igual que sus portadores de esa generación.

30 días con Camus y Milo. (TERMINADA)Where stories live. Discover now