Mientras charlábamos sobre la película que acabábamos de ver, me atreví a confesarte lo que sentía por ti sin mucho rodeo:
—Te quiero, Emmett.
Tu sonrisa fue inminente. Fue tan amplia y perfecta que terminó de conquistarme por completo.
—Yo también te quiero, Katie.
Te acercaste lo suficiente para acabar con el poco espacio que había entre nosotros y depositaste un beso en mis labios. Fue cálido, sin apuros, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo.
Sonreí y, teniéndote tan cerca de mí, pude verte directo a los ojos.
Entonces fue cuando me percaté.
BINABASA MO ANG
Emmett viene a verme (Verte #1)
Short StoryMi vida parecía la peor pintura de todas: una hecha a escala de grises. Entonces llegaste tú a verme. Y todo adquirió color. Katie despierta un día en un sitio que para ella es totalmente desconocido. Unas luces blancas están cegándola y algo...