Niñera de 5 Seconds Of Summer

014

—¿Algunas vez besaste a alguien con un piercing en el labio?

—Luke yo...

—Solo contesta la maldita pregunta—susurró sobre mis labios pasando su mano por mi nuca.

—No.

—Bueno—sonrió y mordió su labio sobre el piercing—, siempre hay una primera vez.

—No creo que sea buena idea.

Trate de alejarme, pero su mano en mi nuca me lo impidió.

—Por favor, solo un beso...solo eso quiero.

—¿Por qué?

—Necesito probar algo...

—¿Qué?

Suspiró y besó la punta de mi nariz.

—Quiero ver si pude olvidar a una chica, y si realmente me estoy confundiendo con vos.

—¿Cómo...?

—Oh vamos Lou, eres linda, tierna, educada, inteligente. Eres perfecta en todos los aspectos, y no sé si me gustas en serio o solo estoy confundido con el hecho de que vivas aquí y demás...

—¿Y crees que con un beso vas a saber?

—Un beso aclara muchas dudas.

—Y hace surgir nuevas.

Luke me miró suplicando, hizo un puchero con sus labios y los mire detalladamente. Gruesos, rosados, piercing en el labio, humedecidos por su reciente lengua. Suspiré y negué parándome antes de ceder y mandarmela bien en grande.

—No Luke.

Camine hasta el comienzo de la escalera cuando sentí su mano en mi brazo haciéndome girar. Luke pegó de una forma algo brusca sus labios contra los míos. No los movió, simplemente los dejo ahí, hasta que afloje mis músculos y sin pensar pasé mis manos por su cuello acercandolo más. Sus manos pasaron por mi cintura pegándome a su cuerpo. Abrió sus labios mientras comenzamos una dulce y suave batalla. Sus manos bajaron de a poco queriendo llegar a mi trasero, me separé y le di una suave cachetada haciendo que se riera.

—No te pases Hemmings.

—Ya—sonrió y se volvió a acercar.

—Dijiste un beso, lo tuviste.

—Ve a dormir. Pero antes date una ducha, apestas.

Luke comenzó a subir las escaleras y antes de desaparecer en el pasillo me llamó, lo miré y sonrió.

—Solo quería besarte, no estoy confundido...

—¡Luke Robert Hemmings!

Di un gran grito al mismo tiempo que sentía la puerta del baño cerrarse.

—¡No puedo creerlo! ¿Cómo has podido ser tan estúpida? Oh por Dios, merezco que me echen.

—¿Debo llamar a una ambulancia?—preguntó Calum en la puerta de la casa algo asustado.

Al parecer la cara que vio no fue muy buena porque el grito afeminado que dio fue demasiado agudo. Luke apareció con una toalla envuelto en la cintura y sin remera.

—¿Qué pasó?

—¡Te vas a bañar!

Luke se asustó y corrió al baño.

—¿Puedo saber por qué estás gritando como una loca?

—El estúpido de Luke me besó.

Ambos caminamos hacia la sala y nos tiramos en el sillón.