Mi Querida Policía //Sasusaku//

Capitulo 1. "Solicitamos Ayuda"

Me encontraba en la oficina del Jefe de la Policía, Minato Namikaze, a la espera de mi querido compañero y amigo Naruto, que tenia la costumbre de llegar a todas las reuniones con un mínimo de cinco minutos de retraso.

La puerta se abrió dejando pasar a mi rubio amigo. Se le veía agitado, lo deducía por ver su mano en su fornido pecho y respirando dificultosamente.

-Perdón por la tardanza.-se disculpo caminando hasta la silla en la que estaba sentada.

-No hay problema, la próxima vez trata de ser más puntual.-acepto sus disculpas el Jefe Minato. Sonreí, no iba a ser la última vez en la que llegaba tarde.- los he citado para hablarles sobre un caso de suma importancia. -siguió. Junto sus dedos y apoyo su mentón en ella.

Me acomode mejor en la silla.

-¿Qué es lo que lo tiene tan preocupado Jefe?-pregunte, apoyando mi dedo índice y pulgar alrededor de mi mentón. El sonrió y dijo:

-Hay un caso que llego hoy en la mañana, pero que por cuestiones de trabajo no pude atender en el momento. –Dijo sacando un papel de los cajones de roble de su escritorio.- La Estación de Policía de Iwagaruke presento una denuncia en la que afirmaban que una pandilla andaba suelta y que les estaban trayendo problemas.-Explico, observándonos fijamente.

Naruto, quien se había mantenido callado, pregunto.

-Si estamos hablando de una pandilla, lo que lo más probable es que sean es que sean callejeros, ¿no se supone que tendrían que agarrarlos y ya?-alzo una ceja. Minato se aclaro la voz.

-Estamos hablando de una pandilla, pero que no es callejera. Sino algo similar a una banda que está atentando contra la seguridad de las Cinco Grandes Naciones y está sembrando el pánico y terror en todo el país. Suna reporto que tuvieron el mismo problema con esta misma banda.-termino pasándonos un papel a cada uno.

"En este último mes, hemos tenido 27 asaltos a mano armada, 2 con armas blancas y las demás con armas de fuego. Numerosos asesinatos en las calles de nuestra ciudad, terminaron con la muerte de las personas asaltadas. Los familiares y amigos de las víctimas exigen justicia. Solos no podemos, necesitamos su ayuda para luchar contra estos maleantes.

Solicitamos su ayuda, Sandaime Tsuchikage, Onoki."

Aparte mi vista de la nota y mire al jefe. El esperaba mi respuesta, lo sabía por la forma en que miraba a Naruto y luego a mí.

-Me interesa el caso, pueden contar conmigo.-dije dejando la nota en el escritorio.

-Conmigo también.-dijo Naruto al terminar de leer la carta.

-Sabía que iban a aceptar. No por nada son mis mejores agentes.-dijo sonriente.-Necesitamos de ustedes. Además, si ayudan en el caso, podrán ascender a una categoría mayor.- Nos explico. Se paró de la silla y se acerco a uno de los estantes que estaban detrás de el. Saco un libro y nos lo entrego.

Lo abrimos. La tapa decía "Libro Bingo". En las primeras páginas aparecían imágenes de policías corruptos, asesinos, ladrones, violadores y psicópatas.

-En la pagina 37 encontraran a las personas que estamos buscando. –dijo volviéndose a sentar Minato.

En el encabezado se lograba ver un titulo que llamaba bastante la atención: "Hebi, anteriormente Taka, la banda más buscada en todo Japón, organización encabezada por Uchiha Sasuke, el mayor criminal de todo el país"

Abajo del título aparecía un cuadrado con el signo de una "X" en medio.

-No se le ha podido tomar una fotografía, ni siquiera de lejos como para tener una aproximación a su estatura y rostro, pero si tenemos la de sus subordinados. Suigetsu Hozuki y Juugo, a quien se le desconoce el apellido.-dijo señalando la foto de dos hombres.

El tal Suigetsu Hokuzi tenía el cabello de color blanco y ojos color Azul.

Por lo que observaba, lo habían pillado saliendo de una tienda, y al tal Juugo, que sonreía en la foto, lo que me hacia entender en que esa fotografía había sido encontrada en algunas de las casas de seguridad que tenían o simplemente algún conocido lo había vendido para obtener una buena cantidad de dinero.

-Investiguen y traigan investigación en cuanto puedan. Les deseo suerte y tengan cuidado a la hora de buscar la información. Tienen todo lo que necesiten a su disposición. Pueden irse.

Nos levantamos y salimos de la oficina en silencio. La oficina en la que trabajábamos con Naruto estaba a unos pocos metros.

-Cada cosa nos piden.-se quejo el rubio aflojando los botones de su camisa y se sentó en la silla giratoria.

-Para eso nos pagan. –dije sentándome frente al computador. Encendí mi computadora y aguarde a que encendiera.

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Kyoto, Japón.

Por un pasillo de un edificio caminaba un hombre alto. A su lado, uno de contextura más robusta, le seguía el paso. Los dos circulaban por la edificación con seguridad.

Subieron las escaleras y entraron en una habitación. Dentro, se veía el cuerpo de una mujer en una cama, durmiendo plácidamente. A los costados de la cama estaban los acompañantes y servidores que atendían a la mujer.

Se acerco a ella y le planto un suave beso en la frente. Se giro a uno de los sirvientes.

-Dime como ha estado en la semana.-ordeno autoritario. El pobre lo miro con horror. Un paso en falso y estaba acabado.

-Ha mejorado bastante. Colocamos paños frescos en su frente cada media hora y la alimentamos con la lista que nos dejo usted. -respondió rápidamente, mejor responder rápido a sus preguntas.

-Perfecto.-dijo y se arrodillo ante la mujer.

Dos horas después salió de la habitación. Afuera lo esperaba Juugo, que estaba recostado contra una de las blancas paredes del lugar con los ojos cerrados.

-He terminado. Vámonos. Tenemos que estar dos días en una junta con Akatsuki.-Salieron al exterior y se subieron a una camioneta marca Toyota negra. Dentro de ella esperaba su chofer personal.

-Señor Sasuke, ¿A dónde desea ir?-pregunto el joven mirándolo a través del vidrio del retrovisor.

-A Konoha.-Espeto y se dispuso a mirar por la ventana.

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