Capítulo 22: Momento de actuar

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—Vamos.

Carter me toma del hombro y me arrastra fuera de la calle, hacia el local de tacos. Lleva una capucha que le cubre el rostro y noto que algo brilla entre sus dedos. Estoy demasiado aturdida para fijar la mirada.

—¿Cómo...? Estabas ahí dentro —replico. El local está vacío, excepto por una pareja de ancianos en la mesa más cercana a la puerta. El señor encargado de la cocina nos saluda de mano. Carter lo pasa de largo y se dirige a una puerta del fondo que parece ser el baño.

—Salí por la puerta trasera. Tenemos suerte de que Abraham te vio caminar hacia allá mientras los cazadores se daban la vuelta. —Sí, efectivamente entramos al baño. Y uno demasiado pequeño. Carter se baja la capucha y me mira molesto—. Te dije que esperaras en la panadería, ¿sabes lo peligroso que fue que salieras? Te están buscando específicamente.

Lo veo claramente, lo que lleva entre sus dedos son anillos. ¿Para qué necesita Carter anillos? Lo reviso de pies a cabeza disgustada, agradezco que no lleva alguna otra cosa extra encima.

—¿Esperabas que me quedara ahí a que ellos me encontraran antes? Excelente idea. ¿Y quién es Abraham? —Me siento demasiado molesta y las palabras me brotan de la boca sin parar—. ¿Por qué yo no pude estar ahí contigo? ¿Es que no confías en mí?

Carter pone los ojos en blanco. Cuando la cabeza hacia atrás, me doy cuenta que tiene una pequeña cicatriz en el cuello que recorre hasta el inicio de la oreja derecha.

—No, Cassie, no confío en ti, así como tú tampoco deberías confiar en mí. Deberías de empezar a cargar con esa arma que te di todo el día y toda la noche; asegúrate de que esté cargada.

Me estoy empezando a sofocar en el pequeño espacio, no es espacio para dos personas. El lavado está justo a un lado de la puerta con un espejo redondo de 50 cm encima y la taza de baño está a un paso, sin tapa. Para colmo, no hay ventana, por lo que no circula suficiente aire y Carter me aplasta a menos de un paso.

—Qué gran consejo. Me aseguraré de matarte para la próxima.

—Calla de una vez —espeta Carter.

A decir verdad, no quiero ni preguntas por qué nos tiene escondidos en el baño y no nos llevo por barbería donde se suponía están sus aliados. No creo que me responda ahora, por lo que debo esperar a que salgamos de aquí. El chico se recarga sobre la puerta y se pone un dedo sobre los labios en señal de silencio. Callada, me voy cuenta que del pantalón se descubre un papel que no tenía cuando nos separamos. Tengo curiosidad, pero el peligro de ser atrapados puede con ello. Fuera, escuchamos como el señor encargado del local habla con otra persona. Entiendo a duras penas un ¨no¨ y otro ¨no lo sé¨. Me pregunto cómo fue que Carter conoció a la persona para tener la confianza de escondernos en su baño. Los hombres que nos buscan, hablan muy bajo por lo que no escucho nada que nos sirva. Cuando la manija de la puerta se mueve ligeramente, Carter me aprieta el brazo, supongo que para evitar que me asuste, pero la puerta está atrancada y la persona del otro lado no insiste.

Esperamos por los menos tres minutos antes de decir cualquier cosa.

—¿Qué hiciste? —pregunto. Los ojos oscuros de Carter huyen de los míos.

—Hablé con Abraham, es todo. Es un compañero, también de Kali. Ella está muy cerca, pero aun no es momento de encontrarnos. Digamos que Abraham es lo que nos mantiene informados —explica.

—¿Él lo sabe todo?

Carter esboza una sonrisa.

—No y así debe de quedarse. Sigue siendo en parte cazador, por lo que es especial no contarle de más. —Los anillos en sus dedos son azules como zafiros y brillan con cada movimiento de mano. —Estos debemos entregarlos a Kali. Es parte del trato.

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⏰ Last updated: Aug 11, 2019 ⏰

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Guardián de las Sombras (Herederos del Infierno #2)Where stories live. Discover now