Capítulo 26.

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**Dos semanas después**

Tenía las manos ensangrentadas, acababa de matar a un tío de unos 40. Órdenes de Gomez. Me desnudé con rapidez y entré a la ducha para disolver todo rastro de lo que había hecho. Justin no se podía enterar y de momento lo había ocultado bastante bien, como él trabajaba de mecánico en un taller cada vez que le llamaban tenía que ir así que no le resultaba tan rara mi ausencia de casa pues no tenía tiempo ni para pensar porqué pasaba casi todo el día fuera de casa. En estas dos semanas había matado a unos veinte o veinticinco tíos. Era fácil. Sólo hacía falta mentalizarse, apuntar y disparar. Ahora empezaba a entender porque a Justin no le desagradaba matar, cada vez que disparabas notabas una descarga de adrenalina por todo el cuerpo que no te daba tiempo a pensar o a sentirte mal por lo que estabas haciendo. Salí de la ducha, coloqué la ropa en un contenedor especial que tenía la organización para encargarse de las manchas de ropa, eso era un punto a favor para mi. Recogí mis cosas, me preparé un poco, puse una pizca de color en mis mejillas y fui a casa. Cuando entré Justin estaba viendo la televisión con los pies encima de la mesa, giró la cabeza hacia mi, de levantó, me cogió de las caderas y me besó apasionadamente.

-Baby-Me besó de nuevo y me sentó en su regazo una vez que llegamos al sofá.

-Justin-Sonreí y mordí su nariz.

De repente Justin sacó un cuchillo de detrás suyo-Nena he encontrado este cuchillo en tu cajón y estaba lleno de sangre,¿Tienes algo que contarme?

Tragué saliva nerviosa intentado inventarme alguna tontería para poder salvar mi pellejo-Bue...bueno es que el otro día cuando estaba haciendo el pollo, lo corté y eso y justo me llamaron por teléfono y como tenía el móvil en la habitación fui allí con el cuchillo y como me quedé hablando por teléfono guardé el cuchillo en el cajón para que la sangre no goteara-Dije totalmente sin pensar, me daban ganas de reír dada a la gran gilipollez que había dicho.

Justin arqueó una ceja divertido, estaba claro que no se lo creía-No me mientas.

-Nunca lo haría-Le besé y de repente llamaron a la puerta, fui corriendo a abrir para terminar con la conversación y que Justin no terminaría sabiendo que estaba trabajando en la organización. Cuando abrí un hombre totalmente de negro que era tan grande como si fuera un armario me miró a los ojos fijamente a los ojos. Era realmente intimidante- ¿Está Bieber?- Me dijo por fín y el chico con voz carraspeada.

-Si, si-Le llamé y Justin se asomó a la puerta y yo me puse detrás de él. Justo en ese momento Justin me empujó tirándome al suelo. De la nada mis oídos se llenaron de sonidos de disparos tanto de Justin como de aquel chico. Yo estaba en shock. Simplemente cubría mi cabeza con las manos. Se dejaron de oír tiros, aquel hombre "gigante" cayó al suelo mientras solo se oía la respiración entre cortada de Justin.

-JUSTIN, ¡JUSTIN!-Grité todavía con los ojos cerrados.

Justin me cogió en brazos y me llevó a la habitación y me dejó en la cama. Vi como Justin llamaba a Fredo para que se deshiciera de es hombre que estaba tirando en la puerta de mi casa. Justin colgó, se tumbó conmigo.

-¿Estás bien Justin?-Susurré acariciando su mejilla lentamente.

-He tenido la suerte de que llevaba el chaleco antibalas nena-Susurró.

-¿Cómo es que tu llevabas el chaleco antibalas ahora?-Le miré extrañada.

-Shhh-Me abrazó fuerte contra su pecho.



Bueno, otro capítulo mas, espero que os guste y bueno, os tengo que decir que ya tengo pensado el final de One Life que de seguro os sorprenderá.

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