VIII: El demonio sin colores

22 1 0
                                    

-¿Aún sigues así?- me preguntas jalando de mi camisa, entre el ruido de las risas del patio y los pies agitados que se movían de un lado a otro, al ver que nada se movía y que nada marcaba en la ropa, ya no era necesario responderte porque la camisa te respondía sin necesidad de palabras-¿Cuánto tiempo vas a llevar así?- preguntaste otra vez con intriga en tu voz, y tus ojos blancos siguiendo a los míos, mirada en blanco misteriosa y enigmática, siempre me había confundido por nunca tener la certeza de qué era lo que estaban viendo exactamente, ojos perdidos le decía, yo solo me limite a encogerme de hombros como respuesta.

Ya llevaba así 3 días desde que Arabella estuvo en mi casa y pasó eso, pero si de verdad me preguntabas cuándo iba a volver a la normalidad, la respuesta era incierta, días, semanas, meses... yo no lo controlo conscientemente, podrían pasar hasta años como el primer cambio que tuve que para aquel entonces aún lucía, solo que con ciertas variaciones, así que era una pregunta hecha en el vacío.

-¿ Y cómo ...-

-Si me vas a preguntar cómo planeo solucionarlo, la respuesta es no sé- la interrumpí bruscamente, ya sabía por donde se dirigía- Ni siquiera tengo la intención de buscarle una solución-admití descaradamente sintiendo en su máximo esplendor todo lo patético que podía ser mi pequeña persona- Solo esperare a ver qué pasa, sé que está mal, pero no tengo el ánimo para lidiar con esto.

Para mi ser de cambia formas, no había nada más tóxico y peligroso que los arranques de ira y dolor reprimido, porque mi mente al ver a mi boca incapacitada para expresarse, intentaba sacarlo y botarlo a través de cuerpo, o eso era lo que había interpretado de años teniendo que lidiar con cosas así, ya me había creado cierta indiferencia hacía la situación, una indiferencia letal que estaba empezando a manchar todo, los estudios, mi cuidado personal, mis propósitos para la vida, quería que todo acabase y tener un descanso, solo uno pequeño, algo de tranquilidad, tirarse en la grama y sentir que pueda lograr lo que quiera, ¿Por qué la vida creó a una persona tan simple como yo en un mundo tan devorador y feroz?, era como si todos estuvieran despiertos viviendo la vida mientras yo estaba dormida, podía ver cosas que nadie más pero al mismo tiempo me perdía de otras, de muchas, quizás de casi todo.

Ahora me tocaba exponerle a todos mis demonios vistiéndome como ellos y adoptando sus formas de manera inconsciente, ¿este será mi castigo por ser así?.

Arabella solo boto un largo y pesado suspiró al verme con la vista perdida en el horizonte.

-Creo que no es necesario decirte que no puedes seguir así- ella tenía toda a razón, y tocó por accidente una herida muy fuerte, ¿cuánto iba a seguir así y cuánto podría resistir?, varias veces me había hecho esa pregunta viéndome incapaz de responder, sentí como ese horrible miedo a la existencia empezaba a clavar sus garras en mí, ¿cuánto he vivido así?, entre miedo e inseguridades, ¿de verdad yo he sido feliz y he tenido malas rachas o solo he vivido momentos tristes con pequeñas luces que hacen de intermedio antes de la siguiente desgracia?, ¿yo he vivido de verdad?,! ¿lo he hecho bien?!, es un temor frío y seco que me congela los huesos y me deja un hueco en el cabeza, ¿en verdad estoy hecha para vivir? ...

-¡Oye¡- la voz de Arabella me había saco de mi trance- ¡Deja de morderte la cola!, vamos, suéltala- no me había dado cuenta de que la estaba destrozando entre mis colmillos hasta que ella lo señalo, fue automático, y seguramente no habría parado hasta sentir la sangre en mi lengua, por aquellos días volvía a tenerla destrozada, porque estaba carcomiéndome el estrés y los conflictos, haciendo que mi primera medida de escape fuera descargar mis frustraciones en mi pobre cola, ahora estaba más destrozada que nunca, llena de llagas y costras, vendajes y curitas, además de tener las manos rojas de los golpes que me daba Arabella para que la soltase de mi jaula de dientes.

Relatos de un demonio sin nombreWhere stories live. Discover now