La razón.

5K 479 21
                                    

Elizabeth cuenta:

Levantarme al día siguiente de aquella fiesta me costó bastante, no por el hecho de que tenía una resaca o algo así, lo que me costó el hecho de pensar que ya era hora de dar una explicación, me sentía como para ir a la corte a decir toda la historia y que me digan culpable o inocente.

La primera persona que debo explicar es Mark, por si no se acuerdan él fue la primera persona que le prometí contar todo cuando estábamos en el aeropuerto. Llame a su departamento, pero nadie me contestaba por lo que a eso de las tres de la tarde decidí ir de una vez.

Mis manos estaban sudorosas, y no podía parar de jugar con la pulsera que llevaba hoy, mi respiración era algo agitada, e intentaba clamarme, finalmente al llegar me quede delante de la puerta del departamento de Mark unos minutos, toque el timbre varias veces hasta que Mark me abrió, llevaba aun su pijama, cabello muy despeinado, ojos soñolientos, definitivamente recién se despertó.

En cuanto me vio, se froto el rostro con una mano tratando de abrir un poco más los ojos, luego se detuvo a mirarme como si estuviera a punto de ponerme un arma contra la cabeza por haberlo despertado, más bien hoy traje mi gas pimienta.

Ambos entramos a la sala de su departamento sin dirigirnos una palabra, Mark entro a la cocina, yo me senté en uno de los asientos, Mark trajo dos vasos de agua y se sentó en frente mío aun con la cara de “quiero matarte”.

-No me mires de esa forma, yo debería ser la que te mire así.

-¿De qué hablas?

-De tu gran obra interpretada anoche.

-Te refieres al de romper nuestro compromiso -dijo Mark mientras sonreía ante sus recuerdos.

-¿En qué momento te dije que sea un rompimiento público? Y aparte tú le dijiste a Andrew que nuestro compromiso era falso.

-Ese traidor te lo dijo -reacciono apretando sus puños.

-¿Enserió? ¿Andrew es el traidor aquí?

-No me mates.

-No lo haré por que le hayas dicho a Andrew, pero si por lo de anoche.

-Le di emoción a tu historia, los triángulos amorosos son un clásico. Y si no lo recuerdas mientras te peinaba me dijiste que sería divertido si el rompimiento fuera público.

-¡Era broma! ¿Sabes lo que dirá la gente de mi trabajo?

-¿Era broma? Ups, lo lamento en ese caso. No te preocupes por los demás les dije que tú en realidad eras una mujer increíble y me creyeron… Al menos una mayoría.

 -Tendría que golpearte pero... -no podía terminar mi oración, no me sentía preparada y jamás lo estaría, aun así sé que tengo que decírselo.

-Me alegra escuchar ese "pero"

-No vine para eso -Logre terminar la oración anterior. Mark me miro confundido, pero sus ojos seguían soñolientos.

-¿Entonces para qué?

-Te lo prometí ¿Recuerdas?

-No ¿De que estas hablando?

-El día que me fui, en el aeropuerto.

-Lo recuerdo ¿Me lo dirás?

-Creo que ya es el momento, no entrare en lujo de detalles porque sería incómodo y tratare de que no suene dramático.

-Otra vez deje de entender.

-No diré nombres.

-¡Solo cuéntame! -esta vez Mark si me prestaba toda su atención.

Déjame olvidarteWhere stories live. Discover now