¿Que esta pasando?

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Elizabeth cuenta

¿Por qué lo bese? ¿Por qué me gusto? ¿Por qué es tan estúpidamente irresistible? Esas eran mis incógnitas durante toda la noche. No había respuesta alguna para mis preguntas.

4:00 de la madrugada y aun no lograba dormir -Seguro Mark estaba despierto y si no es así, yo lo despertare.- Estire mi brazo hasta alcanzar mi celular, marque su número, no contesta. Volví a intentarlo y esta vez sí contesto.

-¿Hola?

-Maldita alarma, no quiero levantarme- ¿creía que era su alarma? Realmente Mark seguía dormido.

-Mark.

-No quiero trabajar.

-Mark.

-Prefiero dormir, ¡calla alarma!

-¡Mark!

-¿Elizabeth? Tú no eres la alarma.

-Que milagro que te des cuenta.

-¡Son las cuatro de la madrugada!

-¿Y qué? Levántate bello durmiente. ¡El sol ya brilla!

-Elizabeth, ni siquiera los gallos se levantan a esta hora ¿Qué te pasa?

-No podía dormir, y dije: “de seguro Mark ya está despierto”

-Hoy es domingo, planeaba despertarme a las diez. E incluso en días de trabajo me levanto a las siete. ¡No a las cuatro de la madrugada!

 -Son las cuatro y cuarto para tu información.

 -¿Qué hare contigo? -Dio un gran bostezo al otro lado de la línea. -¿Qué paso?

-Bese a Andrew.

-Te escucho. - Dijo más seriamente.

-Lo bese, ¿Qué más quieres que te diga?

-¿Por qué lo hiciste?

-No lo sé, supongo que el alcohol se me subió a la cabeza o algo así.

-¿Cuánto tomaste?

-Una copa de vino.

-¿Enserio? ¿Con una copa y ya besas a un hombre? No me imagino que harías con una botella.

-Está bien, no sé por qué lo hice. -Admití.

-Hasta yo me doy cuenta.

-¿De qué?

-Te gusta, y mucho.

-¡No! Todo menos eso.

-¿A qué tienes miedo?

-¿Podemos cambiar de tema por favor?

-Algún día me tendrás que contar.

-Lo hare, pero no ahora. -Di un gran suspiro y continúe.- ¿Qué le regalo? ¿Qué les gusta a los hombres?

-Dale una camisa o un pantalón

-Tiene un armario repleto de camisas, pantalones y todo eso. No le falta ropa en absoluto, incluso creo que tiene más ropa que yo.

-Según tu ¿hay algo extraño en él?

-Aparte de que tenga más ropa que yo y tarde en alistarse demasiado tiempo. Pues para haber vivido tanto tiempo en Canadá. Siempre está mucho más abrigado que los demás.

-Dale una bufanda

¿Una bufanda? No lo había visto usar una, eso era una buena idea.

-Gracias Mark, puedes volver a dormir.

Déjame olvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora