Capítulo 27

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Me dirigí hacia la casa de Bieber, que no estaba muy lejos. Cuando al fin llegué, me quedé unos segundos en la puerta recordando mi plan. Cuando me sentí lista, piqué al timbre.

Había oído que Bieber vivía solo, así que esto iba a ser divertido.

Después de unos minutos, nadie me abría y volví a picar. Mierda, como no estuviera en casa se me iba a fastidiar todo.

Después de llamar por segunda vez, esperé unos segundos, y por fin se abrió la puerta. Frente a mi apareció Bieber con unos pantalones ajustados negros y unos playeros blancos. No llevaba camisa, con lo se podían apreciar sus tatuajes y su cuerpo bien trabajado. Tenía el pelo ligeramente despeinado.

Al verme, abrió los ojos como platos.

-Ehm... Pu... ¿Puedes esperar aquí un momento? A... Ahora mismo vuelvo.- tartamudeó. Me cerró la puerta en las narices.

Puse la oreja en la puerta por cotillear. Sonreí. Seguramente estaba con una chica e intentaba ocultármelo.

-¡Date prisa! ¡Sal por la puerta de atrás!- oí a Bieber gritar.

¡Mira que era tonto! ¿Por qué no la hacía esconderse en el armario? Si funcionó con mi madre, seguro con funcionaba con cualquiera.

Después de muchos pasos, me abrieron la puerta. Era una chica. Tenía una melena rubia revuelta, un vestido ajustado mal puesto e iba descalza, ya que llevaba unos tacones en una mano. Tenía una expresión triste y parecía que aguantaba por no llorar.

Me miró con asco y se fue. Bieber apareció corriendo.

-¡Ah! ¡Esa tía es una inútil! ¡No sirve para nada! ¡Le he dicho que saliera por la puerta de atrás y sale por la principal! No me extraña que sea tan mala en la cam...

-Cof.Cof.- me hice notar. Él me miró con rabia.

-Ojalá no hubieras presenciado eso...- dijo serio. Seguía sin camisa. Se pasó las manos por el pelo para peinarse un poco.- Pasa.

Yo entré lentamente. Lo que había visto no me asustaba, las chicas del inti me describían paso a paso como lo habían hecho con Bieber. Lo que no era precisamente agradable.

Yo entré y me senté en un sillón verde que había en el centro del salón. Él se sentó en uno azul que había al lado.

-Por cierto, estás muy guapa. ¿Puedo saber a qué has venido exactamente?- me sonrió.

Yo pensé en el plan. En la venganza. Lo que tenía que hacer no me agradaba, pero era eso lo único que le podía doler.

-Escucha Bieber...

-Jus. Llámame Jus.- rió

-Vale, Jus. Ehm, el otro día me dijiste que me querías. ¿Recuerdas?

-Sí. Así es. Te amo.

-Pero me quieres como a las otras.

-No, yo te quiero más.- sonrió agarrando mi mano.- Tú eres especial, (tn). Yo no te trataría como a esas.- me sonrió dulcemente.

Bieber tenía mucho poder. No me extrañaba que engañara a tantas. En ese momento, recordé que por su culpa, Perrie y Zayn habían roto. Por otro lado gracias a él Perrie y Michael salen.

Sí. Perrie me había mandado un mensaje. Pero eso ya se veía venir.

De todos modos, por su culpa, Daisy se había ido. Y Ash estaba destrozado.

-¿Cómo puedo creerte? ¿Cómo puedo saber que no soy otra de tus muchas víctimas?- le miré fijamente.

¡Wow! Lo de actriz se me daba realmente bien.

Mi drogaWhere stories live. Discover now