La pequeña niña manchada de cenizas y los pies cubiertos de lodo, caminaba pesadamente por las calles de aquel pueblo abandonado. De sus ojos brotaban lágrimas, que en silencio se encargaba de limpiarlas. Su andar terminó al toparse con un pozo de piedra donde comenzó a escuchar voces llamándola desde el fondo.
"Sam, vuelve. Ven con nosotros, hija", sonaban repetidas voces de una mujer sollozando. Embelesada, del precipicio la pequeña Sam se tiró al vacío siendo la última comida de los monstruos caníbales que sobrevivían allí.
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Cuentos cortos para no dormir.
Short Story¿Estás aquí porque quieres conciliar el sueño? O, ¿pasar el rato? No te abalances al siguiente paso, pues existe una leyenda para quienes leen esta historia. Cuentos cortos para no dormir es una serie de relatos, unos forman parte de retos y otros f...