Cuentos cortos para no dormir.

Instrucciones para vivir

Comencemos por nacer en una familia económicamente estable —aunque eso no lo podamos elegir—. Entendemos que vivir es el existir de una persona y es ahí donde inicia todo. Proceda a llorar, que es acto común de los recién nacidos. Crezca, explore, haga de la curiosidad su compañera y relaciónese con los demás. Haga amigos.

Aprenda a montar bicicleta, corra a despertar a las luciérnagas del campo una noche de verano, cuestiónese miles de preguntas, lea y escriba: nombrar las cosas es apoderarse de ellas.

Si quiere y puede, estudie; de lo contrario, trabaje. No muestre sus emociones a cualquier persona. Sea analista y estudie a su prójimo. Prefiera ser antes un libro de misterios que uno abierto.

Tenga una familia, busque una casa para pasar el resto de sus años en ella y atine a decir que todo irá bien, todo está bien... Aunque no lo esté. Sea fuerte; déjese envolver por los problemas cotidianos de la adultez.

Busque un lugar para su tumba y reciba las respuestas a preguntas que se hizo a lo largo de su vida. Antes de recibir a la muerte como una amiga, o como un temor, permítase llorar una última vez.

Muera y repita, de nuevo.