His Number /En pausa/

Capítulo 11 -La revolución de la oruga

Charlotte POV:

En realidad no sé qué es lo que me hace odiar al infame Ryder Johnson de una manera que no había odiado a alguien antes.

Oh esperad, es todo una mentira.

Él es un egoísta, arrogante, estúpido, exasperantemente guapo, sexy—

- Cuida de ella, ¿si? –La firme voz de Stella me devolvió a la realidad.

- Espera, Stella ¿A dónde... –Mi voz se detuvo una vez que la vi desaparecer entre la multitud. Entonces dejé escapar un suspiro. Antes de poder pensar, decir o hacer algo más, alguien tosió, un poco muy alto, detrás de mí.

- ¡Oh! –Dije, finalmente dándome cuenta del extraño rubio detrás. –Umm… Hola. –Él sonrió.

- Cole. –Asentí. Él me observó, como si estuviese esperando a que dijese algo. Me di cuenta que lo quería era que me presentase también. –Um, Charlotte. –Sonrió, y tuve la impresión de que ya él lo sabía y estaba sólo esperando que sacara conversación.

- Y esa era tu amiga Stella, ¿cierto? –Preguntó, sus ojos observando la dirección en la que ella se había ido. Lo observé por un momento.

- Si.

-Hm. –Dijo.

- Entonces… ¿Por qué sigues aquí? –Salió de su trance. Entonces sonrió. Inconscientemente, la comparé con la de Ryder. Mientras que la de Ryder podría hacer que a las chicas le flaquearan las rodillas, la sonrisa de Cole era más juguetona; más juvenil.

- Para divertirme, claro. –Hizo gestos hacia el carnaval alrededor de nosotros. – ¿No es por eso que has venido? –Pestañeé un par de veces, un poco confundida.

- Um –Él dejó escapar una carcajada, antes de sacudir su cabeza levemente y pasar su musculoso brazo sobre mis hombros. Con eso, nos volteamos dejando el lugar donde habíamos estado e ir hacia los diversos juegos del carnaval.

- Empecemos esta fiesta.

Me atraganté con el churro mitad comido. – ¿¡Te escupió con su leche y luego te golpeó!?

Cole asintió de una que puedes hacermanera. –Menos mal que le puse final a esa relación. –Mordí otro poco de mi churro antes de responder.

- ¿Relación? ¿Así le llamas? –Pregunté, divertida. Su sonrisa se ensanchó.

- Bueno… Ahora que lo pienso… –Pretendió pensar sobre eso. Lo interrumpí, carcajeándome. Riéndome porque era un jugador, un estereotipo de chico con el que no podía evitar reírme. De alguna forma había convencido a Cole de comer algo antes de ir a algún juego. Él pagó, para mi disgusto pero después de todo, apareció un olor de churros recién hechos y había prácticamente arrastrado a Cole hasta el kiosco a conseguir uno. Durante el camino hasta allí, la incomodidad que había entre nosotros al principio pareció irse. Con un carismático y divertido chico como Cole, la incomodidad era imposible.

- Básicamente, –Comencé, una vez que me había calmado un poco. Me detuve y en realidad pensé en cómo decir la segunda parte de mi oración. –La usaste para tus propias… Necesidades personales. –Me detuve por otro momento antes de continuar. –Eso no es una relación. –Sus cejas se elevaron como si me encontrara divertida. – ¿Qué? –Dije, mi boca medianamente llena con churro y cubierta de canela. Interiormente, me reprendí por mí, digo y cito "Comportamiento impropio de una dama".Entonces, tiré ese pensamiento a los rincones de mi mente. ¿A quien realmente le importa?

- No sales mucho, ¿cierto? –Dijo Cole, de una observadora forma, en lugar de una malvada. Me encogí de hombros.

- Lo suficiente para saber cosas. –Respondí simplemente. Con una última mirada hacia mí, movió su mirada hacia nuestro entorno. –Bueno. –Dijo antes de golpear la mesa frente a nosotros, haciéndome psicológicamente  retroceder por el repentino ruido a la vez que se levantaba.