Capitulo 52: Último día.

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Abrí los ojos lentamente, y una potente luz me invadió.

Me había olvidado de cerrar las persianas, la noche anterior.

Fui a coger el movil, para ver la hora, pero unos brazos me lo impidieron.

Me giré, y vi a Alex, con el torso desnudo, dormido, rodeándome con los brazos en la cintura.

Yo también estaba desnuda, y sonreí al recordar la noche anterior.

Me di la vuelta, y me acurrqué entre sus brazos, con la cabeza hacia arriba, observándolo.

Sonreí de nuevo al mirarle detenidamente, estaba tan mono. Echaría de menos estar entre sus brazos, cuando volviese a Barcelona, y sus sonrisas, sus besos, sus "Te quiero", y sus simples miradas. Era la última noche que estaba ahí, y aún con lo ocurrido del día anterior, aprovechamos bastante bien el tiempo.

Al llegar a casa, solo tuvimos que curar las heridas de los chicos y la mía, que por suerte fueron bastante leves, y no tuvimos que ir al hospital.

Después de eso, nos pasamos la noche jugando a videojuegos y por la hora, Vegetta y Alex se quedaron a dormir. Vegetta en el salón, y Alex conmigo.

Alex seguía dormido, y decidí despertarle dándole suaves y dulces besos.

Alex abrió los ojos lentamente, y al verme, sonrió. Se acercó a mi y me dió un cariñoso beso.

Al separarnos, le abracé, y él me lo correspondió. No sé por qué lo hice, tampoco necesitaba un motivo, sólo lo necesitaba a él.

Al separarnos, nos sonreímos, y Alex me dio un corto beso, y nos levantamos de la cama, para vestirnos.

Me puse un vestido de tirantes corto de color negro, con una blusa larga de lana de color marrón claro y para combinar, un gorro negro, y unos zapatos del mismo color.

Me empecé a hacer una trenza de lado, cuando unos brazos me rodearon por la cintura, y me atraían hacía él, dejándome sentada en la cama encima de Alex. Me acercó a su cuerpo y puso su cabeza en mi hombro.

Yo seguí haciendome la trenza por el lado en el que no estaba él, y cuando terminé me apoyé en Alex. Él me daba pequeños besos en el cuello, o en la mejilla de vez en cuando.

Me sentía demasiado bien en ese momento, era increíble lo que Alex provocaba en mi con una simple sonrisa, un beso, un "Te quiero", o el simple contacto con su piel.

Lo quería, lo amaba, le deseaba, y sabía que él a mi. Sentirte querida, era una sensación realmente increíble, y serlo por la persona a la que más amas en el mundo, era mil veces mejor.

Picaron a la puerta y yo me levanté de encima de Alex, y fui a abrir. En mi habitación no había nada que la pudiera cerrar del todo, pero Guille respetaba mi intimidad y siempre nos picábamos a la puerta, como si de distintas casas se tratase.

Al abrir, me encontré con un Vegetta sonriente.

- Buenos días. - Le dije yo con una sonrisa.

- Buenos días. - Me devolvió la sonrisa - Willy està haciendo el almuerzo, dice que os preparéis rápido porque tiene una sorpresa.

Mis ojos se iluminaron en la palabra "sorpresa", haciendo que sonriera el doble.

Vegetta se fue, y yo me quedé hablando con Alex mientras él se terminaba de vestir, ya que se había quedado en la cama mientras yo me vestía, y ahora él tardaba más.

Cuando terminó, nos dirigimos los dos a la cocina, que es dónde se suponía que estaba Guille y así era, junto a Vegetta, haciendo tonterías. Cómo quería a estos idiotas.

Le di los buenos días a mi "hermanito", y fuimos a almorzar los cuatro en la mesa del salón.

Bienvenida a tu nueva vida [Alexby y tu]Where stories live. Discover now