➸ SI TE QUEDAS ► NEWT [PRUEBA DE FUEGO ▬ THE SCORCH TRIALS] √

ＥＰＩＬＯＧＯ

consecuencia: f. hecho o acontecimiento que se deriva o resulta de otro

╚E P Í L O G O╝  

                  EMMA LO ABRAZÓ. Minho tardó unos cuantos segundos en darse cuenta que esa en realidad era su amiga, y que había sobrevivido una muerte terrible. Las manos trémulas de Minho se deslizaron por su espalda devolviendo el abrazo.

  A pesar de haber tomado una ducha y haber comido comida apropiada, Minho lucía como un fantasma. Las ojeras en su cara eran visibles, podía incluso distinguir un vestigio de furia en sus ojos.

— ¿Ha terminado, verdad?

—Eso creo, no lo sé —murmuró ella—. Minho...

—No —Minho se aleja de repente, mirándola conmocionado —. Dijeron que había terminado.

—No sé sus movimientos, Minho. No quieren decirme nada, créeme, no voy a dejar que nada les pase.

— ¿No crees que es un poco tarde para eso?

—Minho...

—Trabajas para ellos, así como el miertero traidor de Abraham —musitó—. ¿Newt sabe de esto, verdad? ¿Sabe que estás viva?

— ¿Vas a dejarme hablar? —lo cortó Emma. Minho, sorprendentemente, calló. Su semblante no era ni un cuarto de lo que era en el Área, Emma no lo culpaba para nada. Su amigo había pasado por tanto, quizás peor de lo ella había pasado, por eso mismo... no iba a dejar que le hicieran nada—. Lo que sucedió allí afuera, no puedo arreglar nada de lo que pasó; sin embargo, no significa que no voy a hacer nada de lo que tenga en mi poder para poder darles un poco de paz.

— ¿Qué quieres decir?

  Emma mira por encima de su hombro, hacia una puerta blanca y luego vuelve sus ojos a Minho. —Entra, y tómate tu tiempo.

  Los pies de Minho se movieron con vacilación hacia la puerta. Inhaló con fuerza antes de girar la perilla, Emma estaba con él. Nunca hicieron falta muchas palabras entre ellos para entenderse, ambas miradas eran suficientes. Quizás era por eso que siempre se llevaron tan bien, sus mentes funcionaban de la misma manera.

  Fue como si toda la fuerza de su cuerpo desaparecía por completo, cayó de rodillas y no pudo mirar hacia adelante. Emma lo ayudó a levantarse de nuevo, susurrándole al oído. —Tienes que hacer esto, lo necesitas.

  Parecía como si los músculos de sus piernas se hubieran corroído en unos segundos; sin embargo, comenzó a caminar. La adrenalina que le corría por las venas cada vez que tenía que entrar al Laberinto, se hizo presente como un viejo amigo desagradable.

— ¿Sufrió mucho?

—No —murmuró Emma mirando al suelo—. Fue instantáneo.

   Minho se había afianzado a la camilla y al cuerpo sobre ella. Completamente inerte, su piel cadavérica y labios violetas, Alexia parecía irreconocible. El muchacho la miraba fijamente y le acariciaba el cabello, no sollozaba pero las lágrimas caían inevitablemente. La fachada de tipo fuerte se había desmoronado apenas la había visto en la camilla.

El ambiente estaba helado, y Alexia también.

— ¿Estaba planeado?

— ¿Qué?

  Minho quitó los ojos del cadáver de Alexia para mirar a Emma. —Su muerte... ¿fue apropósito?

  Emma meneó la cabeza. —No, nuestros científicos todavía no pueden entender cómo fue que no sobrevivió. Creemos que fue porque intentó ayudar a... —su voz se desvaneció—. No pude hacer nada, no me dejaron intervenir.