➸ SI TE QUEDAS ► NEWT [PRUEBA DE FUEGO ▬ THE SCORCH TRIALS] √

18 | Cuando La Fiesta Termine.

soldado:. com. persona que sirve en el ejército

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╚CAPÍTULO DIECIOCHO╝  

           — ¡DEBEMOS CORRER!

    La frase sonó completamente descabellada, pero apenas vieron a Thomas hacerlo, todos lo siguieron. Newt largó un improperio mientras que sentía que los músculos de sus piernas quemaban, el paisaje que sus ojos presenciaban era indescriptible. El cielo encapotado era amenazante mientras tronaba hasta un punto en que podías sobresaltarte del susto. Paralizarse por el miedo no era opción para ninguno de los Habitantes, eso significaría quedarse atrás y abrazar la muerte segura.

   El Berg parecía recibirlos con los brazos abiertos, sus puertas metálicas hacia ellos, como un boleto hacia la salvación. Thomas fue el primero en subir, sintiendo una ola de dolor en su pierna izquierda por saltar tan bruscamente. Intentaba ayudar a todos los que se subían, y el corazón parecía salir de su pecho cuando vio que el Berg había comenzado a elevarse.

   La mayoría de sus amigos estaban arriba. Sin embargo, sus ojos marrones captaron otra cosa.

   Thomas llegó a ver dos figuras debajo... demasiado. Su respiración se incrementó y gritó sus nombres, no fue el único. Sintió el corazón en su garganta, vociferó con desesperación.

   No había manera en que pudieran subir. Vio los ojos desesperanzados de sus amigos, al mismo tiempo en que la puerta se cerraba y la tormenta arrasaba la tierra.

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— ¿Los rastreadores están funcionando, verdad? —ella pregunta.

—Sí, Jefa —dijo un muchacho, había una expresión aburrida en su cara y un tono medio burlesco. Jugaba con un cuchillo de bolsillo, utilizó su otra mano libre para darle una calada profunda al cigarrillo que estaba a medio terminar. Exhaló, levantando una cortina grisácea temporal—. Estoy aburrido.

   Emma lo mira con exasperación. —Si ya terminaste, te puedes retirar, Connor.

   El chico suspira y apaga el cigarrillo aplastándolo contra el cenicero, dejando la colilla arrugada entre tantas que había. — ¿Puedo ir a ver qué sucede?

—No.

— ¿Por qué no? Las Pruebas acaban de terminar hace... —mira su reloj de pulsera—. Quince minutos.

—Sabes por qué estamos haciendo esto, así que lo único que te estoy pidiendo, es paciencia. —le explica. La voz de Emma fue suficiente parsimoniosa para ser convincente.

   El muchacho aprieta los labios. —Sí, Jefa.

—Si todo sale como lo tengo planeado, volverás a normalidad que querías.

—La mitad de nuestro Grupo está muerto.

—No la mejor mitad.

   Connor larga una risa seca. —Bueno, no puedo ganarte contra esa lógica. Si me necesitas voy a estar haciéndole la compañía al freak. De verdad, ¿quién iba a decir que seguiría vivo? La vida está llena de sorpresas.