Naruto: Un guardian cambió su destino (yaoi)

19.- La única opción, un gran cambio

Pensar en darle un nuevo color a la vida era fácil, lo difícil era encontrar cómo hacerlo tomando en cuenta sus propias experiencias, lo único que lo hacía sentir mejor era cuando lograba robar un poco de comida fría del internado o escuchar de vez en cuando los chistes de los otros niños, aunque pensándolo mejor, lo que verdaderamente le hizo feliz fueron los momentos pasados con su jiji, aquellos en los que se acordaba de él e iba a rescatarlo por una hora o en los mejores casos por un día de su prisión, esos eran los mejores, cuando iba con la intensión de pasar un tiempo juntos sin ninguna sorpresa de su parte, solo lo que el anciano kage traía para ofrecer, ya sea una barra de chocolate o un viaje a las aguas termales, sea lo que fuese, esos momentos eran lo único que le hacía olvidar su infierno personal llamado internado aunque al final terminara volviendo, ahora él podría hacer lo mismo por Hashirama y vaya que lo haría.

La pregunta ahora era ¿cómo? Lo único que permanecía de pie en Uzushiogakure eran las ruinas y la vegetación, que si bien podrían representar un buen lugar para esconderse y divertirse, solo de ver la postura y mirada en el pelinegro sabía que poco podría hacer para moverse más allá de lo estrictamente razonable, ya ni hablar de ir más lejos de la isla, un viaje seguro terminaría por matar las pocas fuerzas que parecía apenas tenía y eso era justo lo contario de su deseo real, no se arriesgaría a usar un dragón solo como medio de transporte, sabía que terminaría muy mal con eso del orgullo por encima de la lealtad era suficiente para no haber espacio a dudas, pero no necesitó esforzarse tanto cuando al final de cuentas la respuesta vino desde su interior.

K- "¿Qué tal si usas al hipogrifo?"

N- "¿Qué es un hipogrifo?"- escuchando una palmada mental por parte del zorro trató de hacer memoria.

K- "El caballo mitad águila, ese que Makarov te advirtió sobre considerar sus sentimientos."

N- "Pero igual estaría mal simplemente usarlo como medio de transporte, como bien el viejo dragón dijo, ellos son más que simples animales, piensan y sienten, no me puedo aprovechar de ellos".

K- "Si serás,- haciendo que lo piense mejor, debe haber una forma para que su cachorro considere aprovechar sus capacidades aunque fueran muy por debajo de lo que tenían la capacidad de hacer- ¿Qué tal si lo compensas con comida para mostrarle cuanto aprecias su ayuda?"

N- "¿Y qué le podría ofrecer?"

K- "Pues parece que el pescado sería una buena opción"

N-"Eso sería...-haciendo que Kurama tema tener que pensar en algo mejor, ciertamente no sabe porque los humanos se complican tanto la vida, pero bueno- perfecto- soltando un suspiro- pero necesitaré prepararlo para asegurar que le encante".

Es así como ambos se dividen las tareas, mientras Naruto se encarga de pescar el zorro va en busca de hierbas y frutos que le den un mejor sabor al pescado para asegurar acabar lo más pronto posible con esta situación, quiere acabar cuanto antes para por fin descansar y no, no tiene nada que ver que se preocupe por el primer Hokage, solo le preocupa Naruto y lo quiera o no, la salud del usuario de Mokuton ahora influye en el estado de ánimo del rubio, así que si quiere que se tome su entrenamiento más tranquilo debe brindar apoyo aunque le cueste aguantar su temperamento.

Una vez terminados los preparativos y asegurarse de que el alimento sea el suficiente para alimentar a mínimamente a 20 personas (puede que hayan exagerado un poco) y al grado de delicia como para ser considerado una ofrenda de paz y amistad con la forma en que se lo devoró el Uzumaki menor en menos de un minuto, se encarga de concentrar su energía y recordar los sellos enseñados personalmente por la invocación dando como resultado el humo característico de la aparición para que una vez despejado vuelva a aparecer el mismo hipogrifo solo que con lo que parece un mayor tamaño en las alas, las cuales parecen envueltas en chakra, que una vez nota el cambio de ambiente hace desaparecer volviéndolas a su tamaño normal y agachando ligeramente la cabeza.