Capitulo 8: I problemi continuano

8 1 0
                                    

-¿Ya está tu maleta?-. Preguntó Santino.

-Si, ya esta todo-.

-¿Te sigues sintiendo inseguro de ir con nosotros? -.

-Bueno, no. Ya van muchos años de eso así que estoy acostumbrado y lo agradezco, son casi la única familia que tengo -.

-Tato-. Santino pasó un brazo sobre los hombros del pequeño. -Somos tu familia todo el tiempo que quieras y... Salvatore ¿qué tienes en la ceja?-.

-¿De qué hablas? -. Espantado comenzó a tocar su ceja.

-¿Qué? Es una despigmentación -. Empezó a revisarlo por toda la cara. -tienes muchas manchas, le diré a mi madre que iremos al doctor en cuanto lleguemos - .

-¿Cómo que manchas? -. Tomó un pequeño espejo el cual fue inmediatamente arrebatado por Santino.

-No puedes mirarte, iremos al doctor en cuanto estemos en casa -.

Santino y Tato habían llegado a las diez de la noche a su casa, la madre de Luca se encontraba preocupada por el estado de Salvatore.

-Mañana iremos al doctor -. Dijo la señora después de revisarle el rostro. -Así estaremos seguros de que es lo que tienes -.

-No es necesario -. Murmuró Tato con timidez.

-Sin escusas, es necesario -.

Debido al cansancio, los niños se fueron a la cama sin pedir cena, Santino casi se durmió al sentir la suavidad de sus cobijas, pero fue interrumpido por la aguda voz de su amigo.

-Dime -. Hizo una pausa larga. -¿Cómo son esas manchas? -.

-No importa -. Respondió preocupado.

-A mi me importa, no puedo mirarme al espejo, pero al menos quisiera saber como es lo que tengo-.

-Bueno -. Santino guardó silencio mientras se sentaba en la cama y tragó saliva. -es como que tu eres pálido pero tienes manchas más blancas, que van creciendo poco a poco -.

Tato lanzó un pesado y largo suspiro. -¿Hay en otro lugar además de mi ceja? -.

-En tu barbilla, una pequeña -. Santino calló, esperando la respuesta de Tato, al no obtener nada se levantó para ir hasta la cama de al lado y sentarse junto a el. -Tranquilo, mañana iremos al hospital y nos darán una solución a esto ¿de acuerdo? -.

Una sonrisa forzada se formó en la boca de Tato, aunque para quien no lo conociera, podía verse bastante real, se limitó a asentir con la cabeza y volver a acostarse. Callado, Santino regresó a su cama y quedó dormido en menos de diez minutos.

Al día siguiente

-El vitiligo -. Dijo el doctor, sacando algunos papeles de su escritorio. -se caracteriza por la aparición de áreas depigmentadas bien delimitadas de la piel debido a la falta de función y pérdida de los melanocitos -.

-¿Cómo podemos curarle, doctor?-. Cuestionó la madre de Santino, en un tono preocupado.

-¿Cómo se contagió, se va a morir? -. Preguntó Santino

-El vitiligo no es contagioso y sus consecuencias son fundamentalmente de carácter estético, y por tanto psicosocial. Existen tratamientos, pero debo decirles que no tiene cura-.

Tato escuchaba en silencio y con la cabeza baja. La madre de Santino lo miraba con tristeza. ¿No había sufrido ya lo suficiente este pobre niño? No podía creer que además de la muerte de su hermano, el abandono de sus padres, entre otras cosas, ahora también tuviera una enfermedad así.

Olimpo: Una infancia complicadaWhere stories live. Discover now