Capítulo 5

20 3 15
                                    


"Todo grupo agitador con ideología revolucionaría se considera enemigo del gobierno. En consecuencia, será perseguido y llevado a un juicio."

Libro de Lealtad Sección 12 Párrafo 3

Me dejaron a veinte metros de la casa de Kathy, había prometido pensarlo, no me animaba la idea de ir a ese lugar, además ganarse la confianza de mi tía sonaba un trabajo para alguien popular, fuerte y con una habilidad a destacar. Si aceptaba, debía entrenar un arte marcial, aprender en un mes el concepto básico y lo más importante no hablar con nadie respecto al plan, y nadie incluye a Kathy.

Corro hasta la puerta de su casa, toco pero nadie contesta. Me preocupo, quizás han ido a mi casa a contar lo sucedido. No quiero enfrentarme al señor Turek ahora, no creo que Kathy y sus padres vayan a pasar toda la noche en mi búsqueda, así que me siento en el piso recostada a la puerta, los zapatos me están matando, quito cada uno con delicadeza y estiro mis pies entumecidos. Unos quince minutos después, el padre de Kathy aparece en la casa.

—¡Oh Marcela! —dice corriendo a abrazarme, me levanto y trato de reconfortarlo.

—Estoy bien señor Woulk. —Le doy golpecitos en la espalda tratando de calmar su euforia.

—Kathy nos contó lo ocurrido, ¿Qué pasó? ¿Cómo escapaste?

—Tuve mucha suerte, alguien se cruzó en nuestro camino, dio gritos de ayuda, por lo tanto vacilaron y me soltaron, así que corrí sin parar perseguida por ellos. Hice algo de ventaja, pero estaba perdida, tuve que esconderme en un viejo edificio esperando que desistiera y pudiera volver hasta aquí. —Intento ser convincente, utilizo mucho mis manos para describir la dirección que tomé para huir y gestos exagerados. El señor Woulk está sorprendido pero cree mi historia.

—¡Vaya! fue un golpe de suerte, ¡estábamos tan preocupados! ¡Creímos que te habían secuestrado! Tus padres están como locos, será mejor que vayamos a casa —dice reviviendo mi temor. Actúa muy asustada, me decía a mí misma.

Caminamos hasta mi casa; Kathy y mi madre estaban abrazadas en el jardín. Al vernos, mi madre corre hacia mí, abrazándome con todas sus fuerzas, detrás de ella llega Kathy haciendo el mismo movimiento, hace sonidos extraños entre júbilo y tristeza, pero ciertamente su alegría sobrepasaba las penas que sentían unos minutos atrás.

—¡Mi niña! —dice mi madre — ¡Mi niña! ¡Mi niña!

Mis hermanos escucharon el alboroto y salieron corriendo con sus pequeños piececitos descalzos, mi madre les dio el espacio necesario para que pudieran abrazarme mientras me agachaba para plantar varios besos en sus mejillas coloradas. Sorpresivamente el señor Turek corre hacia nosotros, abrigando a toda la familia dentro de sus brazos, incluso a mí.

Tengo que contar varias veces la historia inventada mientras todos comentan la suerte que tuve. Hacen muchas preguntas sobre los motivos, otras si había visto sus caras o algo distintivo para identificarlos con la policía. Hago mi mejor papel de confundida y aterrorizada para que lleguen a la conclusión que mi mente se bloqueó y solo reaccionaron mis piernas.

Una hora más tarde, me disculpo con todos, diciendo que estoy agotada, y escapando a mi habitación. Kathy decide quedarse conmigo esa noche, esperando que le cuente los detalles de mi encuentro cercano con la muerte.

—¡Vamos Nela! Tú nunca eres tan poco descriptiva con las historias, ¿Qué me estás ocultando? Recuerda que soy tu mejor amiga —dice alzando la frente.

¿Por qué me conoce tan bien?

Pongo en blanco mis ojos ante su observación acertada, tengo que guardar el secreto, pero a ella nunca le he mentido, soy un libro abierto y aunque quisiera cerrarlo, ella conoce trucos para sacar toda la información deseada.

Contra-ManchaWhere stories live. Discover now