Capítulo 4

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En la tarde, salgo de casa con la maleta llena de ropa y elementos personales, le he dicho a el señor Turek que me quedaré en casa de Kathy esa noche, pero mañana debemos ir a la escuela, así que tuve que llenar mi mochila con todo lo relacionado. Afortunadamente no había traído el conjunto escogido la noche anterior.

Al llegar Kathy me da las buenas noticias que convenció a sus padres de ir a la fiesta en el parque.

—Te sentirás respaldada, todavía no confío en Daniel —dice.

—Siempre piensas en todo, ya es hora que dejes de protegerme —digo con aire cansado.

—Lo siento, aún eres diez días menor, por lo que me convierte en tu hermana protectora —dice sacando la lengua.

Nos reímos, nuestra pequeña brecha de nacimiento ha sido una broma constante por parte de Kathy, haciendo que tenga que darle la razón o hacer cosas que no quiero por su evidente mayoría de edad. Nunca se aprovechó realmente de eso, y generalmente era intentando protegerme de las miradas pretenciosas y acusadoras.

Sus padres lucen asombrosos, me hacen sentir que no estoy bien vestida para la ocasión. Kathy no sigue sus pasos, poniéndose un vestido informal.

—No te preocupes, te ves hermosa —resalta.

—Me preocupa que no pueda entrar. —Me pongo nerviosa, es mi primera fiesta y no estoy segura que tenga permitido ir.

—Es una celebración pública, no hay invitaciones —dice con voz tranquilizadora.

Nos subimos a su auto, un pequeño carro eléctrico de los que dan risa. Lo tenían desde hace dos generaciones en la familia de su madre. Llegamos a la ciudad y estacionamos cerca del parque, Kathy se ofrece a acompañarme hasta que aparezca Daniel, mientras sus padres se adelantan.

A lo lejos veo su figura alta y robusta. Levanto mi mano para que me encuentre y se lo señalo a Kathy. Por la oscuridad que ya nos envuelve no logro ver completamente su atuendo pero se nota que su cabello lleva otro peinado y que está elegante. Miro mi falda para saber si sigo decente pero es Kathy quien me infunde confianza.

—Es solo una cita, Nella. Si te hace algo, grita. Estaré pendiente de ti.

—Gracias —respondo soltando su mano. Kathy se aleja con la mirada fija en mí y luego mira a Daniel que se está acercando con sigilo.

Ahora con más luz, aprecio que lleva pantalones de tela y una camisa azul que contrasta con su cabello claro. Es increíblemente atractivo con esa sonrisa en su rostro y sus ojos puestos en mí.

—Marcela —dice en forma de saludo —. ¡Estás hermosa!

La verdad no me siento hermosa pero que él lo diga me ayuda mucho.

—Gracias.

—¿Vamos? —Me ofrece su brazo para que lo tome, así que me engancho y camino junto a él.

—Veo que viniste acompañada.

—Sí, Kathy quería saber que quedaba en buena manos —sonrío al recordar. Ella es un encanto.

—No sabía que eras amiga de una Woulk.

Enarco una ceja, confundida.

—Ella es familia del alcalde, ¿no lo sabías?

—Sí lo sabía. Pero eso no importa.

—Tienes influencias y no te importa. Me sorprendes.

Los padres de Kathy siempre se han mostrado amables conmigo y aunque ellos deberían ser igual de estirados que la clase alta del pueblo, no les importa que su hija sea mi mejor amiga. Y eso es mucho. Los extremistas podrían injuriarlos por simpatizar con los pobres y desgraciados o incluso decir que nos ayudaban a solventar dificultades. Lo cual es cierto, muchas cosas que necesitamos y no podemos conseguir, es la señora Woulk quien nos la provee. No podría concebir que alguien los tratara mal por ser buenos con nosotros.

Contra-ManchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora