“Nadie escoge su amor,
nadie el momento,
ni el lugar,
ni la edad,
ni la persona…”
Los ojos castaños de Bemi observaron la frase.
Cuatro palabras.
Había conseguido escribir sólo cuatro palabras en las dos horas que llevaba frente al ordenador.
“Nadie escoge su amor…”.
Por mucho que le doliera admitirlo, estaba en blanco, sin saber cómo continuar con aquella frase. Quería escribir sobre el amor de su vida, contar parte de su historia, recordar los momentos que pasaron juntos… pero se le hacía doloroso.
No era la primera vez que se quedaba sin palabras al empezar a escribir en su blog.
“Historias de una gatita” era su refugio cuando necesitaba poner orden a sus ideas. Hablaba de su vida, inventaba relatos y fanfics con personajes de sus mangas favoritos. También reflexionaba o hacía alguna crítica o recomendación de algo que le gustara.
Esta vez era una ocasión más especial. Necesitaba realmente contar por escrito lo que la había dicho Dark, su compañero, su amor, su novio… o, en ese momento, su exnovio.
Su blog era un reflejo de sus pensamientos y de su vida, y lo mantenía oculto de las personas que la conocían.
No podía permitir que descubrieran sus secretos.
ESTÁS LEYENDO
Y de repente apareces tú
Teen FictionY de repente todo cambia. Todo lo que creías conocer se vuelve extraño, lejano... Y por mucho que te empeñes en volver atrás no puedes, porque sigues avanzando aunque tus pies se arrastren por el suelo. Bemi es una chica aparentemente normal. No muy...
