Capitulo 37: Nacho y Paula

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Nacho y Paula van de la mano. Habían quedado en la puerta del instituto de la chica, que distaba solo unas tres calles del de Paula. Ambos caminan despacio con la manos entrelazadas. Nacho es un poco más alto que ella, pero eso, a Paula le da igual, porque no importa la edad, ni la estatura, simplemente importa cuanto se ama a una persona. Habían quedado para comer en un bar, no muy alejado de la ciudad, y después irían al parque a pasear tranquilamente como dos enamorados. Sonrien. Paula está muy feliz al conocer a Nacho. 

- ¿En qué piensas? -pregunta Nacho

- En nada...¿Y tú? -

- ¿Yo? Pienso en despertarte todos los días con un ¡Buenos Días Princesa! Darte un beso en los labios y abrazarte para decirte que siempre voy a estar a tu lado, que nunca me voy a marchar. Pienso en amanecer juntos día tras día, viendo salir el sol, mientras te abrazo. Pienso en todos los momentos que nos quedan por vivir. Pienso en un futuro juntos. Pienso ir al fin del mundo solo para estar contigo...

Aquella frase no era la esperada  por Paula. Le abraza aún más fuerte, así le siente más cerca, más proximo. La chica sonrie. 

- Que bonito eres mi amor -

- Tú más 

Se besan. Un beso corto pero intenso de amor entre dos personas que quieren vivir la vida juntos. Paula mira de reojo a Nacho, este, también sonrie, y sus ojos, ojos verdes que arrasan, que cuando miran parece estar todo en calma, ojos que ven la vida con más calma, ojos sensibles, ojos llenos de amor, en definitiva, esos ojos de Nacho siempre brillaban cuando ella los miraba. 

- Amor -dice la muchacha mientras es rodeada por el brazo de su novio

- Dime -

- ¿Estaremos juntos?

- Todos los días de mi vida 

Y se vuelven a besar. Es igual que el anterior. Corto, pero lleno de significado. Ya les falta poco para entrar en el bar. Nacho ha elejido bien ese sitio. Fue donde su madre le llevo por su cumpleaños. El recuerdo de esa imagen, el recuerdo de una madre y su hijo, le cruza por la mente, olvidandose de con quien está, a donde va, y a quien ama, hasta que de pronto. Paula le sonrie y le da un beso en la mejilla. Nacho vuelve a la realidad y ese pensamiento de una madre y un hijo desaparece. Ambos entran en un bar. Se comía bien y el dueño conocia a Nacho y le hacía un descuento especial por ser él. Se sientan en una de las mesas del fondo, y enseguida, un empleado del bar sale a su encuentro.

- ¿Qué desean tomar? -pregunta el encargado sacando un pequeño bloc de notas

- Jeremy, de esta mesa me encargo yo, si es usted tan amable -le responde un hombreton de cincuenta años para arriba, bigote propenso y de  un olor a fragancias Francesas. 

- Está bien, Monseur -le responde el encargado saliendo al encuentro de otra pareja que entra en ese momento en el bar

- Sir Nacho ¿Cómo está? -pregunta con un acento marcado de francés 

- Muy bien ¿Y tú? -contesta Nacho -ah, sí, señor Monseur, ella es Paula, mi novia -

- Veo que el señor Nacho se fija en las damas de primera calidad, si me permite -dice el cocinero haciendo una pequeña reverencia a Paula

- Gracias -responde la chica

- Hoy invita la casa, tengo algo que os va a gustar. Algo privado, venid 

Los dos muchachos se miran extrañados. ¿Qué tenía Monseur en aquel Bar? La pareja sigue al dueño del bar por unas escaleras donde indicaban que se estaban dirigiendo hacia el ático. Nacho, que es la primera vez en subir esas escaleras, se lleva una sorpresa cuando encuentran una mesa, ya preparada, con velas, sillas, ¡hasta un servicio de cocineros!

- Reservados para mis mejores clientes -responde el dueño -Invita la casa, espero que sea de su agrado, Nacho

- Vaya, esto es....¿Por qué no me habías enseñado este sitio antes? -pregunta Nacho recorriendo con la mirada ese sitio

- Porque no venía acompañada de gente tan hermosa -responde en francés el dueño -por favor tomar asiento y disfrutar de la comida

La pareja hace lo que le manda el dueño del bar. Ambos se sientan en las sillas, uno enfrente del otro. Se miran. Paula está roja, y mira con los ojos más brillantes del mundo, el rostro del muchacho. Cupido, presente en la sala, presenciará de la unión de ambos jovenes que ansian por encima de todo vivir la vida juntos, el uno con el otro. 

Un Solo Corazón Para Dos VocesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora