Capitulo 18: Las Palabras de Cupido

72 2 0
                                    

Hace un año en la fiesta de graduación de Noelia, Dunia y Cristina 

En la cabeza de Nacho todo es un autentico lio. ¿Por qué le mira esa chica? No sabe su nombre, ni siquiera ha hablado con ella, nunca en su vida ha mantenido ninguna conversación con esa adolescente, ¿Por qué le miraba? ¿Acaso se burlaba de él? No creía que eso estuviese pasando de verdad. Pero decide no escuchar sus pensamientos, le tienen harto, desde que su madre desaparecio de la vida, de la flor hermosa de la vida, todo parecía haber cambiado para mal....Cuanto echaba de menos a su madre, la única que le sacaba una sonrisa cuando los demás le hacían borrarla. Cuantas lágrimas y cuantos abrazos, cuantos secretos compartidos con su madre. Pensamientos, recuerdos, caricias, la falta de una madre para un corazón malherido, sin cicatrizar. ¿Por qué le sigue mirando? No lo entiede. De pronto, alguien, alguien que le resultaba familiar, se sienta a su lado. Esos ojos. Es un adolescente, mucho más alto que él, sus ojos...son verdes, su pelo era corto en forma de cresta, era parecido a él, pero había una notable diferencia en aquella extraña persona que se parecía a él. Sonreía, sonreía y sus ojos brillaban, algo que nunca experimentaría en su vida. Pero entonces, ajeno a lo que estaba pasando, agacha la cabeza, es entonces cuando Noelia le mira, le mira fijamente, sin apartar la vista de él. 

- ¿Por qué la vida es así de complicada? -el chico que está a su lado le habla. La voz es grave, de un adolescente, o tal vez un hombre ya de veinte, veintidos años tal vez -¿Crees que la vida ya no tiene ningún sentido?

- La vida es una mierda. He estado solo y solo me voy a morir, ¿Qué mas me da? 

- Te equivocas. Mira, mi sueño era ser periodista, era mi meta, mi mayor sueño desde pequeño 

Nacho le mira con pinta de no entender nada, era extraño ese chico, más que extraño, parecía sacado de otra dimensión. 

- Yo quería conseguir ese sueño, quería hacerlo realidad. pero por circunstancias ajenas a mi decisión de formar parte del periodismo, mi madre murió, y eso resultó ser muy doloroso para mí, fue un palo que no me esperaba, un palo de la vida, pero aprendí, aprendí a no caer, a intentar las cosas cuando crees que nada es lo que parece, confié en mis capacidades para caer y levantarme, seguir aprendiendo de mis errores. Era consciente de que si quería ser periodista debía de ser yo quien tomará las riendas de mi vida, deje de hacer el jilipollas, deje de hacer el vago, y me puse a ello, me puse a luchar por mis sueños, tener ese ideal de conseguir mis metas sin que otras les tuviera que importar que hacía en cada momento. 

- ¿Y qué me quiere decir con esto? -

- Que no desaproveches las oportunidades que Cupido pueda darte, que si quieres luchar por algo o por alguien que vayas directo, que vayas decidido. La vida es un concepto global de superación. Y la que te está mirando, tal vez, por momentos de la vida, tal vez, sea la mujer de tus sueños...

-¿Qué me estás diciendo? Si a penas nos conocemos....

- El destino sabe lo que hace. Algún día tu mala suerte pare, tal vez, si te pones a ello, todo lo que consigas será por tú bien. ¿Quieres ser alguien en la vida? Pues ama a la persona que te ame, ama a todo lo que puedas, demuestrales el cariño que les tienes, y que nada es imposible si lo haces con el corazón, y sé que algún día serás periodista.

- ¿Cómo sabes que voy a ser periodista? -

- Lo veo en tus ojos, tenemos algo en común, ambos perdimos a nuestra madre muy pronto. 

Se desvanece por completo dejando a Nacho extrañado. ¿Quien era aquel chico? ¿Por qué le había dicho aquellas cosas? Y por circunstancias ajenas a él, una lágrima recorría su mejilla. Se levanta y sale fuera, a llorar. Antes de salir a la calle choca con Álvaro, este le recrimina algo que Nacho no quiere ni oír y sale disparado escaleras abajo para abandonar ese pabellón. ¿Quien era? ¿Quien era aquel chico tan extraño que se parecía mucho a él? ¿Cómo sabía que le gustaba ser periodista? Lo que no sabría nunca era que el tiempo le daría esa información que según él la consideraba irrevelante, y así, dejó que el destino y Cupido hicieran el resto aquella noche, sin pensar en los acontecimientos que llegarían un año más tarde en la vida de Nacho, Noelia, Paula, y es pequeño Peter Pan que comenzaba a nacer. 

Un Solo Corazón Para Dos VocesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora