Capítulo 16.

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Aún viernes por la Noche.

Todo lo que Felix quería era ir a ese maldito juego de hockey y suspirar sin vergüenza a la distancia por lo bien que se veía Changbin. Él no pidió tener que viajar a la sala de emergencias con Changbin en la parte trasera de una ambulancia (que era probablemente el epítome del melodrama, ya que era sólo un esguince/fractura/rotura en el tobillo, pero, hey, iban a un colegio internado y no tenían coches). Pero si Felix se lo buscó o no, eso era exactamente lo que terminó haciendo.

¡Qué fantástica manera de mierda de pasar su noche de viernes! Y sí, había una parte ENORME de su subconsciente que lo estaba pasando bien, porque al menos lo llegó a pasar con Changbin, pero la otra mitad le estaba diciendo a esa mitad que era un idiota así que Felix sólo trató de no pensar demasiado en ello.

Ellos estaban sentados en el vestíbulo de la sala de emergencias. Changbin estaba más o menos bien por el momento, aparte de lo obvio. Se las arreglaron para conseguir cambiarlo de su equipo de hockey, así él no estaría demasiado incómodo. Changbin estaba sentado en una de las sillas de ruedas proporcionadas por el hospital y le había dicho a Felix que ni siquiera podía sentir su tobillo ahora, lo que estaba o muy bien o muy mal en este momento. Siguió jugueteando con la blanca pulsera de plástico que le habían dado para pasar el tiempo hasta que lo llamaran. Finalmente, Felix no pudo soportarlo más y se inclinó y cogió una de las manos de Changbin, sosteniéndola en las suyas.

"Hey," le dijo en voz baja, inclinando su cuerpo hacia Changbin. "Sé que estás nervioso acerca de la radiografía, pero tienes que calmarte. No necesitas tener un ataque de pánico encima de todo lo demás de hoy."

Changbin se mordió el labio y miró su mano descansando en las de Felix. Lentamente, él la torció a su alrededor por lo que sus dedos estaban entrelazados (y, sip, allí estaba el corazón de Felix saltándose un latido justo a tiempo) y asintió. "Está bien," susurró de nuevo, a pesar de que todavía estaba visiblemente tenso.

El pulgar de Felix acarició el dorso de la mano de Changbin distraídamente, tratando de calmarlo. No sabía qué decirle a alguien cuando ese alguien le gustaba y estaba en su límite, no sabía cómo consolarlo. Hablar sobre el juego empeoraría las cosas, por lo que quería evitar eso. Pero por una vez en su vida, la mente de Felix estaba en blanco.

"Sabes, la primera vez que me fui de patinaje, tenía seis años." Changbin dijo de repente. Su voz era tranquila, como si esto fuera una confesión, una especie de secreto "Mi madre me llevó. Fuimos, alquiló un par de patines para mí y para ella, y solo saltamos al hielo."

"Y déjame adivinar," Felix lo interrumpió. "¿Eras un profesional desde el principio?"

Changbin resopló. "Nop. Me caí de culo."

La risa sorprendida de Felix atravesó la atmósfera lúgubre de la sala de emergencias, y tuvo que taparse la boca con el puño para sofocarla. "¿Fue peor que tú en patines de patinaje artístico?"

"¡Hey!" Changbin exclamó, ofendido. "¡Yo no fui así de malo!"

"Sí, lo fuiste," dijo Felix de inmediato, sonriéndole. "Fuiste terrible."

"Eso no es ni siquiera un poco justo. Yo no estaba acostumbrado a usar puntas en los dedos de los pies."

Felix rodó los ojos. "¿En serio estás discutiendo conmigo sobre algo que ocurrió semanas atrás? Aceptaste tu derrota con gracia, Binnie, vamos a mantenerlo así. No seas un mal perdedor."

"No soy un mal perdedor, lo único que digo es que hay una probabilidad del 90 por ciento de que hicieras trampa."

"¿Hay incluso un punto en la historia que me ibas a decir o prefieres seguir discutiendo conmigo?"

Corazones sobre hielo. [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora