Corazones sobre hielo. [Changlix]

Capítulo 15.

Changbin no había querido decir eso, en verdad no lo había hecho. El beso en la mejilla probablemente podría haber pasado por alto si el "Te quiero, Lix" no se le hubiese escapado. ¡Ni siquiera lo dijo en un sentido romántico! (Bueno, bueno, tal vez había una parte de él que lo hizo, pero eso no era todo lo que había estado pasando en su cabeza durante ese momento). Pero por la manera en que los ojos de Felix se agrandaron en sorpresa, podía decir que se había jodido a sí mismo de nuevo.

Genial.

Se apartó de Felix, sonriendo torcidamente hacia él de una manera que rezaba que luciera casual y no como si se estuviese golpeando a sí mismo mentalmente.

"Eres mi mejor amigo," dijo con seriedad. Era lo mejor que podía hacer, así afortunadamente podría reparar el daño.

Felix suspiró pesadamente y aunque Changbin se sintió más relajado, el hecho de que el pelirrojo estuviera tan obviamente aliviado le dolió un poco. Trató muy duro de procesarlo. Felix estaba molesto y, más allá de eso, a él no le gustaba Changbin. Changbin podía aceptar eso... Tenía que hacerlo.

"Yo diría que eres el mío también, pero Minho sin duda no debe escuchar eso o me asesinaría mientras duermo." Fueron las pequeñas arrugas a los costados de sus ojos cuando le devolvió la sonrisa a Changbin lo que le advirtió que Felix iba a estar bien —que ellos iban a estar bien.

Por ahora, al menos.

Pero, honestamente, el ahora era la única cosa por la que Changbin estaba particularmente preocupado. El futuro era inmenso e incierto y por lo general no era algo en lo que él estaba interesado en meditar. Lo que tenían podía ser suficiente por ahora.

"Entonces, ¿estás bien?" Preguntó Changbin, quitando sus brazos de su alrededor.

"Sí," dijo Felix rápidamente, con un tono que sonó como si prefiriese mantenerse alejado de cualquier cosa relacionada con Soo-young, y no era como si Changbin fuera a insistir.

Changbin asintió con la cabeza mientras algo frío y húmedo le tocaba la mejilla. Retrocediendo, miró hacia el cielo. No había notado el hecho de que estaba nublado cuando él corrió hacia Felix a toda velocidad.

"¿Crees que va a llover?" él preguntó, mirando a Lix. Y precisamente entonces, lo hizo.

La lluvia comenzó a caer en cascada sobre ellos como si las nubes hubiesen decidido disiparse de una vez, cayendo en hojas alrededor de sus hombros. Changbin escupió y trató de proteger su cabello de la lluvia, pero no sirvió de nada: en cuestión de segundos, su pelo estaba empapado. Y Felix. Bien.

Felix echó la cabeza hacia atrás (lo que le dio a Changbin una visión bastante espléndida de su garganta expuesta, su manzana de adán y su piel bronceada. Changbin de repente tuvo la necesidad de besar su garganta mojada) y se rió, dientes blancos parpadeando. Pasó sus manos a través de su, ahora mojado, pelo rojo, mirando hacia a Changbin. El agua goteando de sus obscenamente largas pestañas.

Los adjetivos que vienieron a la mente de Changbin mientras miraba al otro chico eran cosas como impresionante, hermoso, perfecto. Pero entonces él también comenzó a preguntarse cómo se vería Felix si fuera una sirena o bueno... Un tritón. Pero era imposible que un tritón fuese un patinador artístico y— sí, ese tren de pensamiento necesitaba detenerse.

"¿Te gustas lo que ves, Binnie?" Felix preguntó, rompiendo el trance de Changbin y batiendo sus pestañas.

Changbin bufó y rodó sus ojos (a pesar de que su monólogo interior era jesucristositúnoteníasquenisiquierapreguntar como una preadolescente). "Por supuesto."