CAPÍTULO 6.

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Esmeralda se levantó, entonces el pequeño y su versión mayor observaron algo por primera vez en sus vidas, un sentimiento de ira en los ojos de aquella mujer, ataco de manera sistemática a su agresor, la belleza y la fuerza unidos en un solo cuerpo, era perfecta ante los ojos de los dos, el pequeño imagino que podría vivir el resto de sus días solo observándola, lo único que no soportaría que sus ojos vieran es lo que estaba a punto de suceder, un golpe directo a ese rostro angelical desplomo a su diosa terrenal.

El artefacto eléctrico se desprendió de la mano de Esmeralda y cayó cerca de los pies del temeroso pequeño, al sentir esto el temor empezó a nacer en Derek, La despiadada imagen llego a dejarlo tan inmóvil como una roca, aquel hombre tomo con su mano derecha del pelo a Esmeralda, la levanto hasta dejar apenas las puntas de sus pies en el suelo, luego con su mano izquierda impacto el vientre de la joven repetidamente, el pequeño no pudo soportarlo más, su sangre hervía como el agua a 100ºC, su cuerpo sintió la necesidad de salvarla, su vida no importaba, ahora la prioridad era detener el sufrimiento de Esmeralda.

El miedo consumía cada célula de su cuerpo, pero un sentimiento más grande que los demás le hizo vencer su temor por un ideal más fuerte en su corazón, tomo el arma que cayó cerca a sus pies y con la cual Esmeralda había noqueado al otro hombre, la puso en la espalda de quien ahora consideraba su enemigo y le propino una descarga.

El hombre de inmediato soltó a Esmeralda quien cayó al suelo inmóvil, en cambio él no obtuvo la misma suerte, aun cuando la carga eléctrica lo afecto mucho, este no se desplomo inconsciente, aún conservaba algo de fuerzas, tambaleante dirigió su mirada hacia el pequeño héroe quien en el fondo se arrepentía de su actuar, no porque creyera que no fue noble lo que hizo, se arrepentía porque muy probablemente moriría y sus seres amados quedarían a la deriva sin ningún apoyo en este mundo.

El pequeño se encontraba Inmóvil sin más emoción en su interior que un temor innominable, Derek vivió mucho tiempo con miedo, pero para esa entonces esa emoción ya no lo dominaba, entonces no aguanto más y se lanzó en ayuda de sí mismo, pero su golpe solo atravesó a aquel hombre, él era inmaterial y no podía dañarlo, el pequeño no pudo reaccionar ante el actuar de su enemigo, su cuello fue tomado por lo que ahora observa es una enorme mano, en ocasiones el temor nos hace que perdamos la concesión de la realidad, claro que este no es el caso del pequeño héroe, dado que sabía bien que algo andaba mal en su enemigo, la fuerza con la que sujetaba su cuello era casi nula, aquel hombre estaba al borde de desmallarse y él le daría el toque que faltaba para que eso fuera posible, una nueva descarga eléctrica llego al pecho de su rival y con esto su conciencia fue extraviaba en lo más profundos de su mente.

El suelo acogía al ser que ahora empezaba a adueñarse del corazón del pequeño Derek, tomo a Esmeralda con gran dificultad pues no era un joven corpulento, la falta de comida y de dinero hacían de él alguien de contextura delgada, por no decir esquelética, pensó a donde podía llevarla, en su mente solo había un lugar seguro para los dos, aun cuando fuera el lugar más viejo y polvoriento era su hogar, ahí se sentía seguro.

El pequeño duro unos diez minutos cargando a Esmeralda, pero al fin su hogar había llegado a notarse, esa vieja casa hecha de madera y techo de paja, camino por entre las decenas de árboles que servían para ocultar dicho lugar, adentrándose en una zona verde muy amplia, hace muchos años llego su mamá a aquel lugar, desamparada y con Derek, esa mujer construyo un refugio improvisado, con los años fue cambiando hasta verse más o menos como una casa, Derek recordó ese lugar, empezó a revivir momentos del pasado que lo llenaron de tristeza y de nostalgia.

Su versión menor llego a la puerta que no tenía seguridad alguna y entro de manera inmediata, puso a su joven y hermosa doncella en su cama, preparo paños de agua y le dio la única medicina para el dolor que quedaba en su casa, sin nevera, sin nada más que algunos cajones con pan duro y migajas de comida, entendió que no podría brindarle más que su ayuda.

Derek no quería entrar a aquel lugar, camino en círculos por la casa, la detallo perfectamente desde afuera, empezó a recordar miles de cosas, el y su madre palo a palo hicieron un hogar, luego de dar al menos diez vueltas, se detuvo frente a la puerta, tenía demasiado miedo, esta vez no era su versión menor quien sentía dicha emoción, el miedo es solamente suyo, temía a lo que encontraría dentro de esa casa, pero de algo si estaba seguro, al entrar vería y tendría sentimientos que o bien lo llenarían de alegría inmensa o lo destruirían.

Decidió entrar, camino con miedo, miles de emociones llegaban a él, observo a su versión menor cuidando de Esmeralda, luego vio a una mujer de al menos treinta años de edad, se veía muy débil, parecía enferma, de pronto como una revelación llegaron todos los recuerdos a su mente, tomo su rostro y se tiro al suelo, un gran dolor había nacido en él, aquella mujer quien se encontraba en la cama junto a Esmeralda era su madre; amor, ira, odio, desesperación y tristeza, todos esos sentimientos convergían en Derek, la mujer que ahora sabe es su mamá despertó y lanzo uan pregunta a su versión menor.

– ¿Quién es ella Derek?

– Mamá es una amiga y no tiene donde quedarse por hoy, ya se durmió por favor no hagan ruido.

– Derek sabes bien que apena y tenemos para comer, no podemos ayudar a nadie más.

– Lo se mamá, mañana se ira no te preocupes.

Apenas y logro calmar un poco el estallido de emociones al recordar tantas cosas de su mamá, Derek se puso en pie y noto que había una tercera cama, ¿Quién se encontraba durmiendo en ese lugar? Se preguntó, su versión menor buscaba algunas sabanas y almohadas, las tiro al suelo y decidió acostarse en ese lugar, claro está junto a Esmeralda por si necesitaba algo, su mente volvió a recordarle al pequeño que sentía mucha hambre, conciliar el sueño sería muy difícil con tal necesidad humana insatisfecha.

Derek se quedó a la espera de que algo sucediera, sentía que el hambre lo consumía, al parecer el estómago de su versión menor se comía así mismo, algo le pareció muy extraño, camino y observo a la persona que se encontraba debajo de las cobijas de la tercer cama, al parecer había alguien muy pequeño durmiendo en ese lugar, ¿Pero quién era? Esa pregunta no salía de su mente, se sentó y espero hasta que todos volvieran despertar.

Observo toda la noche a su versión menor revolcándose en el suelo, lo incomodo del piso se intensificaba con los gruñidos de su estómago por el hambre, fue una noche realmente terrible para los dos, las lágrimas salen del rostro de Derek al recordar el sufrimiento por el que paso.

El sol salió muy temprano, al igual que la versión menor de Derek, quien se dispuso a ganar algo de dinero para poder brindarle a su familia y a su nueva huésped un buen desayuno, desde las cinco de la mañana hasta las ocho pidió a cada persona que observaba dinero, si bien nuevamente los malos tratos y malas palabras fueron mas que las monedas,  la suerte le sonrió tanto al pequeño que pudo comprar cosas muy buenas y deliciosas, estaba tan contento que se olvidó de las demás comidas del día y gasto todo el dinero que gano en el desayuno.

ESENCIA DE VAMPIROWhere stories live. Discover now