CAPÍTULO 4.

728 199 20
                                    

3 tres años y ocho meses atrás...

Las imágenes llegaron a la mente del misterioso muchacho que se hace llamar Derek, el pasado lo ha envuelto en un viaje del cual la única salida es recordarlo todo, su primer recuerdo antes de una imagen fue un sentimiento, tenía hambre, luego sintió frio, posteriormente una imagen apareció, un cielo lleno de estrellas, sería imposible contarlas todas pensó, observo sus manos trasparentes, al verlas podía ver además lo que se encontraba tras estas.

Diviso a todo lugar posible, se encontraba entre casas y callejones, la escena que divisaban sus ojos era lúgubre, un panorama del cual quería salir de inmediato, pero un sonido proveniente de lo más profundo de su estómago se oyó, y de inmediato empezó a sentir mucha hambre, luego sintió un escalofrió, lo cual le hizo temblar desde la planta de sus pies hasta la última célula de su cuero cabelludo, intento caminar unos pasos pero todo empezaba a oscurecer a media que se alejaba de su lugar de llegada, decido regresar sus pasos y volver al inicio de todo, se mantuvo quieto y a la espera de lo que pudiese suceder.

Oyó unas voces a sus espaldas, unas voces incomprensibles por el momento, pero que a cada segundo se hacían más claras, cuando volteo un joven de unos doce años mal vestido y mojado se encontraba siguiendo y hablando con una pareja adulta, los dos estaban muy bien vestidos y desentonaban completamente con el niño que los seguía.

– Señor podría ayudarme, tengo demasiada hambre –dijo el andrajoso niño, Derek creía estar recordando algo, un dolor en su cabeza le avizoraba que los recuerdos volvían a incrustarse en su mente.

– Niño sucio, retírate de nuestro camino o llamaremos a la policía –menciono el hombre quien sostenía de la mano a su acompañante, los dos estaban muy apurados por alejarse del pequeño.

– No busco incomodarlo señor, solo una moneda, no pido más – el tono de la voz del joven rompería el corazón de cualquier ser que tuviese uno, claro que esa pareja parecía carecer de cualquier sentimiento o de corazón.

– Lárgate de inmediato asqueroso limosnero –el hombre empujo al muchacho quien cayó a un charco de agua.

La vida en las calles es demasiado dura, pero eso lo sabe solo quien ha tenido que vivir ahí, crecer siendo pobre hace que sea aún más duro vivir, tener hambre es algo que te hace perder tu amor propio, tus instintos te hacen rebajarte a niveles inhumanos por comer, el joven que se hace llamar Derek se acercó a donde se encontraba el pequeño, le pregunto cómo se encontraba pero este no le respondía, acerco su mano para intentar levantarlo pero esta lo traspaso por completo, empezaba a entender que aunque se encontraba ahí, no era más que un mero espectador de lo que ocurría.

Derek se reincorporo al igual que el pequeño, quien después de intentar limpiarse se dio vuelta y mostro su rostro, en ese momento Derek lo entendió todo, pues se observó a él mismo unos años menor, ese pequeño limosnero, no era otro que su versión de unos años atrás, su mente no solo le haría recordar todo, se lo dejaría ver de primera mano. El niño empezó a caminar y este lo siguió, quería observar todo lo que paso antes de convertirse en lo que es ahora.

Recordó que para esa fecha tenía doce años, se encontraba en esa situación porque cinco meses antes, su madre demostró una enfermedad demasiado grave, ella padecía de leucemia, entendió solo hasta entonces que siempre había estado enferma, claro que el amor por él y por su hermano hicieron que aquella mujer soportara hasta que no pudo continuar, el pequeño debió encargarse de la casa, debía proveer lo necesario a ella y a su hermano menor, busco trabajo incansablemente pero en ningún lugar encontró algo para alguien de su edad, pedía limosna a diario, aunque recogía algo de dinero, lo que más recibía eran insultos y malos tratos.

Esa noche era inusualmente fría, la ropa vieja, la tela muy delgada y con algunos huecos, hacían que el frio se intensificara en el cuerpo del pequeño, temblaba demasiado, el frio no era lo único que lo atormentaba, el hambre que sentía se acrecentaba a cada minuto, pensó que su estómago debía estar comiéndose a sí mismo, vagaba por las calles desoladas en busca de algún alma buena que pudiera socorrer alguna moneda, es triste pensar que esa moneda no le calmaría el hambre, ya que en casa lo esperaban dos seres igual de hambrientos, esa moneda solo alcanzaría para cubrir un poco las necesidades de sus seres amados.

Derek y su versión menor caminan, el pequeño se detiene repentinamente, Derek no lo noto y lo traspaso por completo, cuando volteo para ver qué era lo que inquieto al pequeño, Observo junto con este un letrero que marco su vida, ese anuncio decía textualmente "SU SUFRIMIENTO POR DINERO", ese era el mensaje que enmarcaba el afiche de dos hombres luchando,

Desde afuera del lugar se podían oír muchos gritos, habían demasiadas personas en aquel lugar, en la mente del pequeño nació la idea de que su suerte cambio y tal vez había llegado un milagro, así que Derek empezó a sentir esperanza pues su versión menor lo sentía, entre todas esas personas recibiría muchos insultos y demasiados malos tratos, pero alguna sería un alma buena y lo ayudaría.

Camino hacia la entrada, tal vez su peor error, aunque solo años más tarde lo sabría, Derek espero un momento antes de cruzar la puerta, dado que el lugar al que está apunto de ingresar es el mismo donde en la realidad debería estar luchando con el campeón, tomo valor y entro, observa al pequeño quien estaba aterrado al ver a todas esas personas enardecidas y excitadas por como dos hombres se golpean sin piedad alguna.

El lugar es circular y unas cincuenta gradas descendían hasta un heptágono, con rejas que lo cubrían por completo, en aquel lugar dos hombres con cuerpos corpulentos y con una estatura de metro ochenta, luchaban como bestias para deleitar a los centenares de espectadores, el pequeño no entendía porque a estas personas las hacia felices ver un acto tan brutal.

Uno de los dos hombres que luchaba cayó al suelo demasiado herido, aun así el otro no dejaba de golpearlo, los gritos se intensificaron, miles de frases y palabras que alentaban a acabar con aquel hombre en penuria, de tantas palabras y frases dos inquietaron al pequeño, "El campeón perderá", "Tu padre perderá Esmeralda", la mirada de Derek y el pequeño se dirigieron a observar de donde provenían esas palabras.

Una adolecente de unos trece años de edad le decía a otra estas frases, cuando Derek observo a la persona con quien hablaban, Noto que era la mujer que observo en el combate que estaba teniendo el con el campeón, mujer que le hizo recordar lo que ahora observaba, según sabia su nombre era Esmeralda, ella mantenía la mirada fija en su padre, una mirada que carcomería el corazón de cualquier hombre, esos ojos azules desgarrarían la esencia de cualquier ser y lo harían su esclavo, mantuvo su mirada fija en aquella mujer quien en ese momento contesto a su amiga.

– Mi padre se levantara, solo observa, "Un campeón no se forja por ganar fácil, un campeón se forja en estos momentos".

– Yo no lo veo así Esmeralda, tu padre se ve muy mal –su amiga estaba demasiado asustada, más asustada que la hija de aquel hombre.

– Claro que se ve muy mal, y eso es porque está mal, solo observa un campeón jamás florece una vez, mi padre está por mostrar cómo es su verdadera esencia por la penuria, como el ave fénix se alzara ante su enemigo y lo vencerá, de eso no tengo duda –jamás dejo de tener sus ojos puestos en el heptágono.

Derek y su versión menor deseaban jamás apartarle la mirada a Esmeralda, pero sus palabras hicieron eco en la mente de los dos, debían observar si las palabras de aquella hermosa joven cobrarían vida en la realidad, debía observar cómo el campeón se recuperaría de aquella paliza. 

ESENCIA DE VAMPIROWhere stories live. Discover now