La Tipica Vida De Una Adolescente Latinoamericana

Sospechas

Por Favor, ¿Qué la personas no pueden ser más estúpidas?. En serio, de verdad, que no pude tener hermanos más normales.

Sabran que, después de que saliera de detención,  tuve que aguantarme los regaños de mis dos hermanos y de mi madre. Además que regañan ridiculamente horrible, me hacen cosas realmente estresante y... estresante.

Ahora me tuve que aguntar una hora completa en el cine con mis hermanos, viendo Frozen, si, Frozen.

Ok, no tengo ningún problema en ver esa película animada, más bien, me alegro en lo total, a mi encanta las animaciones y todo eso, lo único que no me encanta, son mis hermanos morochos interrumpiendo y cantando en cada parte de la película. 

En serio, que parte de "Silencio" no entienden ellos.

A cada momento que venía alguna parte de canto, ellos empezaban a cantar y cantar, y yo cada vez me encogia y encogia en mi asiento.

Otra cosa es que esta ha sido la tercera vez que ellos ven esa película... ¡Tercera Vez! y se saben el maldito diálogo de pies a cabeza por decirlo así.

Más vale que me lleven a un Starbucks de inmediato.

-¡Ana! -Mi hermano me saca de mi pensamientos con un chillido muy molesto.

- ¡¿Qué?!

- ¡Mira, Mira eso!

- ¡¿Qué Miro?!

-¡Eso!- Señala una tienda- ¡Aaah!.

Frunzo el ceño- ¿Suaas?- Le Respondi, como respondemos en Venezuela- ¿Que tiene esa tienda?.

De verdad,  ¿Qué tiene?, nunca había visto a mi hermano emocionado por una tienda de Lencería. 

- Bobita, no al de Lencería, la tienda de mascotas que queda atrás de esa- Mi hermana me lo señala.

OH.MY.GOD

¡Son tan adorables!.

Me fui corriendo lo más rapido posible a esa tienda y por Dios, en cuanto entre a la tienda, eso era totalmente hermoso.

¡Que Perritos, que gatitos! ¡Los Pajaritos! ¡Los pececitos! ¡Las Culebritas!... Ok no, eso no.

Pero en fin, ¡Que hermosos!

Vi unos adorables Pastores Alemanes y no dude en agarrar uno sin permiso (Aunque el empleado no le importo un pepino) y me encariñe bastante rapido con el cachorro.

- ¡Lo quiero, lo quiero! -Chille como una niña de cinco años abrazando al cachorrito... ¡Es tan lindo!

Mis hermanos se rien de mi y Nicolás me quita el cachorro de mis manos y yo como niña consentida, empece a hacer puchero.

- No, no, no, acuerdate que estamos muy molestos contigo por estar en detención-Me regaña mi hermana- Pero- Oh no, su sonrisa pícara- Si vas a la siguiente función de Frozen con nosotros,  tal vez te compremos este adorable, hermoso y lindorijillo- Pronuncio al estilo Ned de Los Simpson- Pastor Aleman.

¡Por Favor, no otra vez! ¡Chantajistas de pupu!.

No puedo creer que mis hermanos sean tan malvados como para hacerme esto, ¿Cómo maldita sea, ven repetidas veces una misma película?, esos dos, de verdad que estan enfermos.

- ¿Qué les pasa?, que fastidio, otra vez no, además, acuerdense que tenemos que ir a la fiesta de bienvenida del hijo de la señora Duhamel. 

- A la mierda esa señora sádica, ¿Quieres el perrito o no? - Dice con fastidio mi hermano.