Lucha Azteca (Parte II)

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Sin poder dar credito a la noticia recibida, despegue la mano de uno de "mis hijos" todos esos Spirits a mi mando eran mis hijos... Pero después de esta noticia no sabia que podría hacer. Todos impacientes sacudían mi tembloroso cuerpo y al no tener respuesta empezaron a ir por el corcel, el Spirit del estado de Chihuahua. Asustado por los altos mandos encimados en el empezó a reparar en sus dos patas, aquella imponente bestia se había convertido en un potranco asustado.

Mi miedo se convirtió en furia, coraje, impotencia y odio...

Levante mis manos y montada en cólera neutralice con tierra a todo el que hozo tocar a mi hijo.

-¡A callar todos!- 

Reino en un instante el silencio, ni los animales del alrededor se escuchaban. Baje mis manos y todos quedaron libres. Dirigí mi quebrada mirada al caballo y con eso tuvo para entender que se tenia que retirar de inmediato.

-Yo sere quien extermine a esa escoria corrompida por los humanos- el silencio siguió por un largo lapso, los Spirits se veían entre si buscando respuestas entre sus rostros.

-¿Porque querrías tu Spirit del país de Mexico exterminar a tu vecino?, eres de las mas pacifistas y en las juntas te limitas a ver la naturaleza. ¿Porque tu repentina decisión?- el Spirit de Nueva Zelanda alzo primero la voz.

-Por que ese imbecil a tenido el atrevimiento de alzarse en guerra contra mi país- murmure por lo bajo, encare a todos los compañeros que me daban la espalda para dar la noticia.

-Estados Unidos de Norte America le ha declarado la guerra a México y el presidente ha declarado que el primer golpe lo dará el Spirit quebrantado. Los Spirits de sus estados han decidido dejar de obedecer al quebrantado-  Escupí la noticia como si hubiera expulsado el peor veneno.

Quien se habría creído aquel imbecíl para sentirse superior a mi, el sabia que lucharía hasta la muerte por mi país que el territorio no estaba solo, que había alguien que combatiría hasta quebrar su ultimo hueso en la causa. 

-Imperdonable el comportamiento de nuestro vecino- la alta figura femenina que venia en representación de Canada se abrió camino entre aquella multitud de Spirits consternados por la noticia. La joven de cabello castaño, ondulado y sedoso con un rostro que calmaría cualquier tormenta con su gélida mirada verde se acerco lo suficiente para tomar mis hombros.

-Me ocupare del orden de los Spirits que decidieron no pelear, cada uno trabajara en movilizarlos a mi país como prevención. No sabemos que tan grande se torne este problema-

Mire sin parpadear aquella chica de mi misma edad, casi nunca cruzábamos palabra siempre fue una chica muy callada pero para consuelo mío me apoyaría en aquel espantoso derrame innecesario. Mi mente estaba absorta en los ojos de ella pensando en las mil y un posibilidades de resultados desastrosos. El ataque se daría al día siguiente cuando el sol esta en su punto mas alto, medio día. Eso me daba menos de diez horas para organizar a todo un país y hablar con el presidente. Gruñí.

-Estaré sumamente agradecida y en deuda contigo si me ayudas a mantener bajo control la multitud y los Spirits de U.S.A mientras yo libro la batalla que terminara con el quebrantado incluyendo la amenaza a mi país- 

Los gritos de animo, los murmullos de los posibles resultados, los Spirits dando consejos a la Spirit del país de Canada, las manos que me tocaban los hombros, Spirits aclamando la futura victoria... todo se sentía como una pesadilla. No podría ni imaginar que animal tomaría forma el quebrantado para luchar contra mi, lo mas seguro es que tomaría forma de alguno de los cuales lo humanos los crean extintos o de cuentos. 

Sin poder procesar lo que aquellos compañeros que me aconsejaban estrategias de batalla obtenidas por la experiencia en luchas que tuvieron que librar ellos para defender su país. La diferencia es que ellos tuvieron que pelear contra humanos que no quisieron tomar una solución pacifica, lo mas obvio es que los Spirits ganaban por su diferencia en poder y habilidad. 

Yo pelearía contra alguien de mi mismo nivel y a muerte.

Mi llegada a mi país no fue menos escandalosa que en la reunión anterior que tuve con mis compañeros, los paparazzi se amontonaban al rededor del avión que había tomado pensando que seria menos llamativo si llegaba volando en forma de un animal. Suspire lo mas hondo que mis pulmones inhumanos pudieron y en respuesta al exhalar expulse un humo negro como el de un volcán a punto de estallar su furia. Mis niveles de estrés estaban tan elevados que cualquier humano hubiera muerto de un colapso, las aeromozas retrocedieron unos pasos para poder respirar aire que no se mezclara con el humo. 

Mi mirada clavada en la pequeña circular ventana que me daba vista al ya tembloroso presidente de México parado al final de una fila de soldados sosteniendo con decisión sus armas, la adrenalina que corría por su sangre a su cabeza la podía sentir hasta mi posición. Moví mis dedos con el objetivo de mover el aire para despejar el humo negro y así dar paso al capitán que abriría la pesada puerta a la realidad.

Cada Spirit tenia guardianes o como lo llaman los humanos, guardaespaldas que tenían las mismas capacidades. La diferencia es que ellos se ocupaban al cien por ciento de su Spirit, se grababan cada movimiento, señal, signos vitales, datos de salud, etc que tuvieran que ver con su Spirit. Yo los tomaba como mejores amigos mas que asistentes que cuidaran de mi, son mis únicos confidentes en asuntos que tuvieran que ver con este trabajo. Por ser Spirit del Pais se me asigno cuatro guardianes, a los Spirit de los estados se les asigna tres, a los de las ciudad se le asigna dos y a los de los pequeños poblados uno. 

Mis "damas de compañía" como les decía yo de cariño estaban impacientes esperando unos metros delante del presidente, sus semblantes estaban rígidos y sus pupilas dilatadas por el estrés.. Las pocas horas que me había ido habían bastado para provocar un caos y que los pobres se ocuparan de mis cargados deberes. Al momento de que mis ojos posaron en ellos sus rostros se relajaron un mínimo porcentaje, las colas de lobo negro en sus cuerpos se empezaron a mover. Les sonreía mientras bajaba por las escaleras sin perder de vista sus ojos.

No podia mostrar ni un rastro de nerviosismo mucho menos de miedo y estrés. Esta gente tenia su esperanza puesta en mi mas que en el ejercito. Al llegar con ellos automáticamente se abrieron paso al presidente impaciente que esperaba con sus manos detrás de su espalda ataviado de un traje negro por completo. Camine hacia el y ya podría jurar por mis adentros que las redes sociales publicarían "forzosa reunión del Spirit del país con el ya rechazado hace cinco años presidente de México". 

-Señorita Spirit- la escoria delante mío hizo una pequeña reverencia y señalo hacia un puñado de camionetas negras blindadas. Hice una seña con mi mano para que mis damas que se conformaba por dos hombres y dos mujeres me siguieran sin perder el rastro de mi. Los cuatro tomaron forma de un caballo y para hacer gracia a los medios de comunicación escogieron el pelaje de color negro para ir acorde a las camionetas donde su Spirit subiría. Ahogue una risa y emprendí con el presidente a planear la guerra.

Pequeñas memorias de vidas pasadas.Where stories live. Discover now