El partido

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(Jordan)

El día finalmente había llegado. Tuve que dejar que mi hermana condujera hasta el estadio del instituto Mason High porque apenas era capaz de respirar con normalidad. Habíamos entrenado toda la semana para esto. Teníamos que ganar para poder seguir con el plan “Lucian para capitán” y, por supuesto, debía ser él quien anotara los goles. 

En momentos como este es que se conocen los verdaderos amigos. Otro equipo de fútbol no hubiera aceptado que les quitaran la oportunidad de meter goles tan fácilmente. Aunque claro, otro equipo no había visto lo bien que funcionábamos con Lucian dirigiendo en mi lugar. Pero cada vez que abría la boca para intentarlo, el entrenador Saenz gritaba “Saura, ¡dirija!”.

Y para ser sinceros, yo era mejor siguiendo indicaciones que creando estrategias de juego, aunque hubiera tenido que aprender a la fuerza. 

En cuanto Dalia estacionó, el equipo entero rodeó mi auto y buscamos los camerinos que nos asignaron. Para variar, estaban sucios y llenos de cosas que no correspondían a ese lugar. Obviamente todo era una puesta en escena para desanimarnos. O tal vez un serio intento de asesinato, a juzgar por el olor.

El entrenador Saenz, en cambio, parecía encontrarse en su ambiente. Alzó un calcetín que se veía tan asqueroso que probablemente podía contagiarnos  la peste bubónica de solo verlo y empezó a ondearlo como una bandera de guerra.

—Puedo oler el miedo  –dijo animadamente mientras todos intentábamos guardar nuestros desayunos en nuestros estómagos—. ¿Pueden oler el pánico de estos gatitos?

—Puedo oler que voy a vomitar si no tira eso tan lejos como pueda –murmuré.

Los chicos empezaron a reírse, relajando la tensión, pero el entrenador me miró con furia.

—¡Saura! –gritó señalándome con el calcetín—. Los capitanes no vomitan.

—Sí, señor.

—Entonces, vayan a ganar. 

Alguien debería darle un premio al mejor discurso inspirador.

Iba a rodar los ojos hasta que capté la mirada de ansiedad de Lucian y me dirigí al equipo.

—Vamos a enseñarles a  esos tipos lo que es la verdadera vida salvaje –dije de mala gana.

Corrimos hacia la cancha y empezamos a calentar. El equipo de Mason High ocupó su lado de la cancha y noté que había algo diferente. Me bastó mirar a Lucian para saber que los dos lo habíamos notado.

Estuve a punto de llamar al equipo pero era evidente que la nueva adquisición pelirroja de los tigres había hecho que todos se acercaran a nosotros. 

—No me da confianza –susurró Hugo al ver que el nuevo nos lanzaba una sonrisa engreída.

—Es delantero –añadió Angelo—. Fabricio acabó el año pasado. 

Todos miramos a Lucian, esperando que nos salvara.

—El juego de Mason High siempre ha sido muy defensivo, pero un nuevo delantero significa que podrían haber cambiado. No descuidemos defensa por ahora hasta estar seguros, no quiero que nos engañen. Max, voy a necesitar que apoyes en la defensa, vas a ser la sombra del  nuevo. No me importa si ves que ni siquiera puede mantener la pelota, podría ser una trampa. Conozco a este equipo, son malditamente buenos engañando. 

—No tienes que pedírmelo –murmuró Max con una sonrisa decidida—. Creo que acabo de encontrar mi cita para el baile de primavera.

Todos soltamos una carcajada mientras Max le gritaba un “Te voy a perseguir, guapo” al nuevo delantero de Mason High. Bueno, todos menos Hugo, que encajó la mandíbula y se alejó hacia la portería. Oh, el dulce placer de los celos. Era absurdo lo ciego que era Max para darse cuenta de lo que pasaba aquí.

La gente estaba casi a rebosar y me concentré en encontrar a mi familia. Mis padres y Dalia estaban casi en la primera fila, pero lo que llamó mi atención fue ver a Megara un par de metros a la derecha, hablando con Mauricio. ¿Por qué estaba allí? Está bien, todo el colegio estaba allí y su mejor amiga era parte de las animadoras, pero me ponía nervioso. Esto podría significar que hablaba con Mauricio para pedirle que notara si había algo diferente con el equipo. Hice una nota mental para invitarlo a la fiesta por la victoria y conseguirle alguna chica. Era el reportero de deportes, tenía sentido que festejara con nosotros. Tal vez podría invitar a Megara y rogar que el alcohol me diera mis respuestas. 

Estaba tan concentrado en eso que por poco me pierdo el silbatazo inicial. Me recuperé a tiempo para ver al delantero pelirrojo quitarme la pelota y correr tan rápido hacia la portería que juro que se volvió borroso. Pero la capacidad de Max para ir tras las cosas que le gustaban era igual de impresionante y logró bloquearlo a tiempo, justo cuando se preparaba para patear.

Sintiendo que de repente el juego se volvía mil veces más complicado, tomé el pase que lanzó y rogué que todo saliera bien.

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Hola a todos!!!

Disculpen lo que pasó la última semana que no se veía el capítulo, creo que fue un problema de wattpad, como comentó una de las chicas. Espero que ahora todos puedan verlo!

En todo caso, aquí hay un nuevo capi y espero que les haya gustado ^^

No pude responder los comentarios del último capi porque esta semana el trabajo me enterró en pendientes pero mil gracias a todos. Tengo esto conectado al celular y siempre que hay un nuevo comentario o voto me alegran el día :)

Sí pienso seguir la historia y trato de publicar un capítulo por semana, así que con paciencia. Por ahora puedo adelantarles que el siguiente capítulo se titula: "CITA (Comida Italiana y Tareas Absurdas)".

Gracias a todos por su apoyo y si tienen cualquier otro comentario/duda/deseo/chiste que mandarme, estoy para lo que quieran ^^

Besos y calma!

Vale.

Seduce a mi ex-novio (Disponibles los primeros capítulos)Where stories live. Discover now