Narra Clarise:
Logré ver algo que colgaba del techo, tiré de aquello y una luz se encendió y vi donde estaba. Era el cuarto de mantenimiento. Era muy pequeño, pero había varias cosas, pero una de ellas llamó mi atención. Estiré el brazo hasta el primer estante y cogí las tijeras que había. Cuando las sostuve en mis manos tuve una idea. Haré que dejen de molestarme, no dudaré y haré que me dejen tranquila. Guardé las tijeras en mi mochila y esperé a que alguien abriera esta puerta, y cuando me sacaron fui corriendo a casa a planear mi idea. Cogerías las llaves de la sala de profesores, cortaría la luz y cerraría todas las ventanas de la clase, y así nadie saldrá. Haré una llamada falsa a la profesora, para que no se meta en medio y en la hora libre empezará todo. Tardé varios días en preparar todo, siempre esperaba al final de las clases, para ver donde dejaban las llaves y en donde tocaban para apagar las luces. Tenía la guardada las tijeras en mi mochila, junto con las llave, estaba todo listo para mi venganza.
Era un día de tormenta, y el ruido que había fuera me ayudaría mucho. En el recreo corte los cables de la luz en mi clase, hice la llamada para que se fuera y saqué las llaves. Fui la última en entrar, así que sin que nadie me viera cerré la clase. Estaba todo a oscuras, y alguien intentó encender las luces.
-¿Qué pasa? La luz se fue.
-Habrá sido los truenos. -Saqué de la mochila, una linterna que saqué del desván y la puse sobre la mesa de la profesora, delante de todos.
-La puerta está cerrada. -También intentaron abrir la puerta, pero nadie lo conseguía. Saqué las tijeras y me acerqué a Madyson.
-¿Qué haces? -Las puse delante de su cuello y le agarré la camiseta. -¡Clarise!
-¡Se ha vuelto loca!
-Diles quién robó las magdalenas. -La amenacé muy seria y ella empezó a llorar.
-Clarise, por favor...somos hermanas.
-Dijiste que no el otro día, y ahora confiesa la verdad de ese día. ¿Quién robó las magdalenas?
-Fui yo, ¡fui yo! Ahora baja esas tijeras, por favor.
-¿Y por qué me culpaste a mí entonces?
-Tenía miedo del castigo, lo siento, no quería que papá me pegara. -La solté y bajé las tijeras. -Lo siento...de verdad lo siento.
-Ya no confío en ti. -La tiré al suelo y la apuñalé. -Ya no somos hermanas. -Todos gritaron y yo manché las manos y la ropa con la sangre de Madyson, ya muerta. Maté a los demás también a sangre fría, no tenía miedo de la sangre...Toda la clase, el suelo y las paredes llenas con manchas de sangre de todos, goteaban pequeñas gotas de sangre de la punta de los tijeras y el silencio volvió.
De repente alguien intentó abrir la puerta, pero como no podía, empezó a golpearla y cuando entraron se quedaron en shock al ver todo. Llamaron a ambulancias, aunque no hacía faltan, policías y a mis padres. Enseguida dijeron que estaba loca, y me mandaron directa a un psiquiátrico infantil. Al menos en aquel lugar podía estar tranquila...Pero sentía que todavía me faltaba algo, faltaban mis padres...Los que nunca me creyeron. Y de pronto, un día...en la habitación; en la que estaba encerrada, se abrió la puerta y entró un niño de mi edad, de pelo negro y ojos azules. Me sonrió y cerró él la puerta, nadie le acompañaba, lo que me extrañaba.
-¿Quién eres tú?
-Encantado de conocerte Clarise, yo soy Demian.
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Te vi matar a toda tu clase, ¿cómo no saber el nombre de una persona tan interesante como tú?
-¿Me viste? -Estaba confusa, ese niño era muy extraño.
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Lazos de Sangre
WerewolfLos encuentros no son coincidencias, al menos no para Clarise, una chica con una vida poco normal para los demás, llena de secretos que ella misma quisiera olvidar, pero que jamás podrá huir de sus terribles decisiones. Amor, odio, cosas sobrenatur...