Vacaciones de primavera en Berlín, Alemania

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Narra Demian:

Clarise y el perro volvieron dos horas después, y como hubo aquel incidente en el Instituto, nos dejaron marchar antes. Por la noche, estábamos en nuestro apartamento haciendo nuestras cosas. Ella leyendo encima de la cama, y yo acabando de hacer sus deberes. Aunque debería hacerlos ella.

-Clary, ¿por qué fuiste hoy con el perro?

-Porque sí, eso que más da. -Me levanté de la silla y me subí a la cama.

-Tú no eres una persona que te guste ayudar, si no es por algo que te beneficia a ti, solo me sorprendió lo que dijiste. -Cerró el libro y me miró.

-¿Qué pasa?¿Estás celoso?

-¿Celoso yo? Para estar celoso, primero hay que sentir algo, y los demonios no tenemos sentimientos.

-La curiosidad y el interés son sentimientos, creí que deberías saberlo ya que los tienes muy presentes en tu persona.

-Muy lista, pero eso no responde a mi pregunta de porqué fuiste con él.

-Ya lo dije antes, no quería que se comiera a nadie por el camino. -De repente me agarró de la camisa y me acercó a ella. -Demian, ¿por qué no me haces un pequeño favor y desapareces de mi vida?

-¿Tanto me odias?

-No es que te odie, es que no te soporto. ¿Quieres saber porqué fui con él? Simplemente porque no quiero que pierda la apuesta por una tontería.

-Está bien, ¿quieres que desaparezca? Pues que te proteja el perro, yo no tengo porqué estar aguantando a una niña malcriada, que ni siquiera sabe controlar sus propias emociones. Suerte con tu vida, aunque se vaya a acabar muy pronto.

Narra Clarise:

De repente Demian desapareció de la habitación, y cuando me levanté para ver si estaba en la cocina o en el salón, tampoco le vi. ¿Se había ido?¿De verdad se había ido? Por la mañana, escuché la alarma del despertador sonar. Abrí los ojos, apagué el despertador y me levanté de la cama. Cogí las toallas del armario y fui al baño para ducharme, esto era extraño... Creo que ya me había acostumbrado tanto a que estuviera aquí molestándome, que ahora todo parecía muy solitario. Cuando acabé de ducharme y de arreglarme, recogí mis cosas y las metí en mi bolso, cogí mi chaqueta y salí de casa para ir al Instituto.

Cuando llegué vi que ninguna ventana tenía cristales, pero que al menos todo los vidrios rotos estaban recogidos. Entré y fui hasta mi taquilla, y en el camino me encontré a Jake.

-Hola Clary, que raro no verte con Demian, ¿dónde está?

-Se ha tenido que ir.

-¿Ir?¿A dónde?

-No lo sé.

-Falto un día y todo ha cambiado. Me han dicho lo que pasó ayer, pero no lo entendí muy bien. Los cristales...¿Se rompieron solos?

-Sí, así es...

-Y Charlotte está en el hospital porque dicen que la atacaron unas palomas. Parece una cosa de locos. -En ese momento vi a William, a Rudy y a Sam llegar.

-Hola Clarise.

-Hola... -Les saludé y dejé las cosas en la taquilla.

-¿Podemos hablar a solas un momento? -Me dijo Sam.

-Está bien. -Me fui con él a una parte alejada donde nadie pudiera oírnos. -¿Dónde está Elisabeth?

-Ya se fueron. No sé lo que ha pasado, pero ayer vino Demian y nos dijo que habíamos ganado, y después ellos simplemente se fueron juntos y ella me abandonó.

Lazos de SangreWo Geschichten leben. Entdecke jetzt