Cuidadora de ebrios.

324K 7.7K 924
                                    

-La verdad es que solo quería fastidiarlo...-agregué- No tengo muchas ganas de salir, Lia.

-¡Joder, Clara! -bufó mi amiga- Tienes muchos años para aburrirte, ¡disfrutemos nuestra corta juventud! -terminó.

-No lo sé... -dudé- ¿Si nos ponemos a ver unas películas de terror con Chris y hacemos competencias de quién eructa mejor? Para mí eso estaría ideal- sonreí.

Lia puso los ojos en blanco, se acercó a mí y se sentó a mi lado  ,apoyándose completamente en mi brazo para luego rogarme con sus pucheros.

-Vamos, anda... -rogó- Nuestro segundo nombre es "mambo " , lo recuerdas?

Me reí ante su comentario.

-¿No que era "más ardientes que el verano"? -continué.

-También. -respondió- Junto a mambo, obviamente.

-¿No te animas a lo de la película?  -propuse de nuevo con mi sonrisa torcida.

-¿Sabes? haz tu competencia de eructos con Chris, yo saldré sola esta vez. -se levantó de la cama con posición decidida- Adiós Clara Williams, tendré una noche de miedo sin tí. -finalizó largándose de la habitación posteriormente a sacarme la lengua.

Ay Dios.

Lia siempre está para mí y una noche no me hará nada de malo, ¿no?

No pretendía arreglarme, me sentía bien como estaba. Tomé mi bolso con mi móvil y corrí hasta la puerta donde se encontraba Lia tratando de abrirla.

-¿TE TIENES QUE ATORAR CUANDO JUSTO VOY DE PARRANDA? -peleaba contra la puerta inútilmente- NADIE TE QUIERE, SOLO SIRVES PARA ABRIRTE ¡PERRA!

-Salgamos por la puerta trasera, mamá cuando llegue de su turno en el hospital me matará si la atoramos más. -añadí.

Lia se volteó rápidamente mirándome nerviosa.

-¿Vendrás?  -sus ojos se iluminaron inmediatamente.

-¿Nuestro segundo nombre es mambo, no? -reí tras terminar la frase a la cual Lia reacciona emocionada.

-¡Wuju! -me abrazó fuerte-  ¡Mueve ese culote, nena,  tenemos una fiesta que prender! -¡Me mejoraste el día, Clara!

Solté una carcajada, y nos dirigimos para entrar al jeep .  Joder, no podía decirle que no a mi mejor amiga.

~●~

La música a más no poder, adrenalina, diversión, ganas inmensas de bailar se apoderaron de nuestros cuerpos, como en los viejos tiempos, una noche sólo de chicas, sin ningún otro fín más que pasarla bien. El alcohol fue ayudando a aumentar el alocamiento, al menos en el caso de Lia, que bebía como si el mundo se fuera acabar. No les mentiré, sentía pena por ella, no sé que mierda le habrá pasado pero presentía que tenía que ver con su "misterioso chico". Sonará algo estúpido e ilógico lo que diré, pero por un momento creí que ese chico era Max. Ya lo sé, estoy loca, no tengo idea por qué llegó a pasar eso por mi mente. Sería absurdo porque con Lia toda la vida hemos compartido los mismos pensamientos horrendos hacia mi hermano, siempre hemos peleado con él o cosas por el estilo. Aparte, Max está con su novia porrista y a pesar de que ambos tienen un cerebro diminuto que ni complementados son de un porte racional, se quieren,  o eso es lo que se demuestra...

Lia siempre tiene estas conductas cuando sufre mucho, me daba algo de pena el hecho de que no la podía ayudar como siempre, lamentablemente, aún no me cuenta mucho sobre lo que ha estado pasando, lo único que sé, es que ahora necesita a una amiga, y como lo hemos dicho anteriormente,  yo estaré hasta el final con ella.

No soy otra típica rubiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora