Nuestra primera cita.

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-No creo que sea una buena idea, Jace- me negué a su particular "cita".

El sólo soltó una carcajada.

-¿Es en serio? -rió nuevamente- Esto definitivamente no me lo creo, la inigualable y rebelde Clara Williams se opone a una carrera, quién lo diría ¿no?  Siempre te imaginé menos miedosa.

Ah no. ¿Miedosa, yo?

-Claro que no, idiota. -le dí un empujón- No me da miedo, ya lo he hecho antes, y en motocicletas, que es mucho más peligroso, por si no lo sabías,  novato. -no mentía,  era verdad, sin embargo el par de veces que lo había hecho, tuve el 99 % de posibilidades de morir.-Sólo estoy cansada...

Nuevamente soltó unas de sus odiosas risas que me retaban. Y al mismo tiempo las amaba. Porque amo los retos, más aún si vienen de un jodido sexy como Jace.

-¿Me estás rechazando? -hizo una mueca para fingir estar ofendido- Nunca creí que nuestra primera cita terminaría así, pero bueno...

Me desabroche el cinturón de un viaje y me dirigí a él.

-¿Quién dijo que ha terminado? -lo reté, tenía que hacerle saber que no era una niñita miedosa.

-Wow, me gusta más esta Clara- sonrió ampliamente.

Me acerqué a el disminuyendo por completo la distancia entre nosotros, prácticamente un suspiro era lo que nos separaba.

-Y como te dije antes... -puse  mi tono más provocador y retador posible- Amo los retos.

El se había quedado perpetuo.  Sólo me miraba con una mirada que jamás había visto en los ojos de este chico.

El se mordió el labio ligeramente y contestó:

-Definitivamente me gusta mucho más esta Clara- afirmó, a lo que yo sonreí y me alejé de él saliendo del auto, dispuesta a vivir el desafío. En unos cuantos segundos Jace ya estaba a mi lado.

-¿Y? -se dirigió hacia mí- ¿Está lista la chica más ardiente que ama los retos?

-Pues, sí, claro que lo estoy. Ah, y por cierto,  eres un asco eligiendo citas.

Jace río entre dientes negando ligeramente con la cabeza.

-Pues... -se remojó sus gruesos labios- Al parecer hay una chica  totalmente distinta que me deja un completo inútil frente a estos temas. Me tiene loco.

No supe que responder, mis mejillas rápidamente se calentaron, provocando que se tornaran coloradas.  Al parecer, Jace notó mi reacción,  y una sonrisa estúpida apareció en sus labios.

El ambiente de carreras era, tal vez, un poco fuerte: primero que todo, era absolutamente ilegal, una razón por la que no todos se atreven a venir. Segundo: las drogas, el alcohol y la prostitución, eran las mejores amigas de las carreras. Se podían notar al por mayor. Y por último,  tenías más probabilidades de sobrevivir en pésimas condiciones o, morir.

El clima ya estaba helado y el cielo peesentaba cierta neblina.  Era un lugar completamente deshabitado,  lleno de peligrosas curvas y obstáculos para competir. Definitivamente, si no hubiera tenido experiencia, me cagaría de miedo.

Nos posicionamos con los demás competidores. Todos chicos. Las pocas chicas que habían, podían ser unas cuantas novias que animaban desesperadas a sus novios. El resto, solo lucían diminutas prendas, si es que a eso se le puede llamar prenda.

Todos los corredores iban con su copiloto,  que nuevamente, eran todos chicos. Pero para mí eso no era un problema. Todos los años de mi vida conviviendo con un hermano totalmente odioso, competitivo, y capitán del equipo de fútbol (lo que quiere decir que su mejor solución es la fuerza bruta ), han servido de algo,  y hoy mismo es cuando lo voy a demostrar.

-Vaya, vaya... -dijo un chico moreno que se acercaba a nosotros. - Jace Parker. Hace años que no te veía por aquí... ¿Qué pasó con tu rutina de traer a las chicas aquí para impresionar? -se cruzó de brazos desafiante- Veo que estuviste fuera de servicio por un tiempo, pero volviste campeón, y nuevamente con una nena distinta.

Su comentario me molestó completamente.  Sabía que Jace tenía pasado de mujeriego, pero lo pasado en el atrás se queda y si ahora está conmigo es por algo. No creo que se hubiera molestado tanto en insistir si de verdad quisiera que fuera otra del montón, para algo está su larga lista de zorras necesitadas.

Zorras. Todas unas putas zorras.

Pude notar a Jace tensarse por completo y joder, si que se veía sexy así, su mandíbula se ponía dura al igual que el resto de sus músculos que se veían cada vez más apetecibles.

-Cállate Scott.-amenazó Jace al chico. Las palabras estaban de más, su única mirada podía provocar terror.

-Mira, te dejaré las cosas claras  -me dirigí a Scott- Si crees que refregándome el pasado de Jace vas a conseguir que me enoje con él, estás equivocado. Y deja de tanta charla y súbete al puto coche, que estas conversaciones me aburren, no eres más que otro pobre chico con esperanzas de ganador.

Scott se veía realmente molesto, y eso era justamente lo que quería lograr.

-Qué tanto hablas fiera, si ni vas a competir... -bufó Scott.

-Eso es lo que tú crees, bufón-enarquè una ceja.

Soltó una carcajada.

-Entonces esto estará más fácil que de lo que pensé... -contestó.

Jace me tomó del brazo y me jaló hacia él.

-¿Qué demonios estás haciendo? -susurró.

-¿Qué? ¿Crees que estaba bromeando? -contesté.

Su rostro se veía incrédulo.

-¿Al menos sabes competir?

-Ay cariño -reí- te aclaro que me encanta lo bruto- sonreí- Ahora,  dame las llaves.

Jace rió bajito pícaramente , si, le encantaba el doble sentido a este chico.

Él atónito,  me dió el llavero del coche. Nos subimos rápidamente y me preparé para la carrera. Como en los viejos tiempos. Una de las chicas con prendas diminutas se interpuso para dar la partida con una pistola, la cuál luego de gritar "Tres, dos,  uno " Dejó escapar un balazo indicando el comienzo.  Y en ese preciso momento, se me olvidaron por completo todas  las porquerías de mi vida y dejé que la adrenalina me guiara, dejando de lado a la chica que soy.

No soy otra típica rubiaWhere stories live. Discover now