No soy otra típica rubia

¿Momento incómodo?

- ¡Es que está claro que no es normal, Lia, me tiene harta! -grité.

Joder, pareciera que a ella no se le hiciera tan extraño todo este asunto de mi acosador.

-Amiga, relájate, de verdad- posó su mano en mi hombro- Siempre se ha visto que los chicos molestan a las chicas para "conquistarlas"

Rodé los ojos ¿Tanto le costaba entender que era mucho más allá de que me molestara?

-¡Lia, joder, no! -suspiré- No le gusto a Travis, y siempre he encontrado estúpida esa táctica de conquistas. Entiende, ¡ME ACOSA! No hace esas típicas bromitas de chicoa presumidos sexys, no, ¡Travis Brown me acosa !

-Hey, tranquila, ¿Ok? -me calmó- Estás tan bonita hoy, Clara... ¿No querrás echar a perder ese trabajo sacando tu simio interior, no? -rió.

-P-pero... e-es que T-travis...

-Travis, y la puta madre, amiga -continuó- ¡No le des bola! Te está estresando mucho, Clara.

-Ok, lo siento... Tienes razón - suspiré- Es que... Todo este tema del amor me tiene bastante... ¿sosa? Todo es tan nuevo y joder, llega Travis que está siempre ahí, mirándome, esperándome con cinco cuchillos y muchas dagas, todas hechas esencialmente para matarme y torturarme por todo mi puto año escolar.

Lia soltó una carcajada. ¿Por qué le causo tanta gracia? No es bonito esto de tener a un chico así...

-Ok, ok, ok... -al fín pudo parar de reír- Tengo hambre, ¿Bajemos a comer algo?

Asentí.

Bajamos las escaleras de mi hogar para llegar a la cocina. Aún no le contaba a Lia lo de mi "secuestro" , pero subiendo a la habitación lo haría,  tal vez se lo tomaba tan relajado porque aún no sabe bien lo que pasó.

Abrí una de las puertas de la cocina y saqué algo para comer.

-¿Nachos con queso o cho... -no terminé la oración que se vió interrumpida por la llegada de Max.

-¡Hola chicas ! -saludó amablemente mientras cerraba la puerta tras de él.

¿Y a este que le pasaba?

-¿Cómo estás, Lia? -preguntó.

-Muy bien, Max, gracias- le respondió mi amiga con una de sus coquetas sonrisas.

-Así veo...-la miró de pies a cabeza- Y tú... Aig... -hizo una mueca de asco- ¿Aún no te cambias de ropa?

-A mí me parece que está divina. -le contestó Lia.

Bien amiga, así se habla.

-No es un tema tuyo, mejor lárgate luego. -le dije.

Tomó sus cosas nuevamente y siguió con su camino a la habitación.  Joder, era detestable.

-¿Nachos están bien, o no? -continuó mi amiga.

-Nachos.-sonreí ampliamente.

Subimos de vuelta a mi habitación y nos tumbamos en la cama mirando el techo con el bote de nachos en nuestras panzas.

-Hay otra cosa que te debo contar de Travis... -empecé.

-Suéltalo, nena.

-Hoy... a la salida de clases, me llevó al cuarto del conserje...

Lia se volteó hacia mí con sus ojos muy abiertos.

-¿QUÉ?  -preguntó incrédula.

-No es lo que estás pensando, ninfómana. -suspiré- Me preguntó si estaba de novia con Jace y todas esas  cosas, pero con un tono de... desilusión, ¿entiendes?