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Josh se encontraba esperando en el pasillo fuera del consultorio. Apenas había dormido la noche anterior por su dolor de tobillo. Se sentía estúpido, nadie le manda a andar en skate a media noche. También podía culpar a quienes no rellenaban los hoyos con cemento, pero eso ya era otra cosa.

Vivir solo tenía sus ventajas y desventajas. Y esta era una de las desventajas, no podía conducir por lo cual le había pedido a su amigo que lo estaba esperando afuera en el auto. Estaba rezando que a su pie no le pasara algo tan grave, no quería preocupar a su mamá y mucho menos que ella empiece con su sermón de que el no cumplía sus obligaciones como alfa. De verdad no le importaba, pero tampoco quería escuchar a su madre.

El no confiaba en su familia, y estaba seguro de que el ellos en el tampoco. A pesar de que su familia creía en sus mentiras. Agradecía el hecho de que ya fuera mayor y podía hacer lo que se plazca, aún que sea a base de mentiras. Si, como por ejemplo de que tenía pareja. Cuando la verdad que sus relaciones sólo duraban una noche, y no importaban si eran omega o beta, Josh solo quería sexo.

Hace unos años había tenido una linda relación con una omega, iban dos años juntos cuando ella lo cambia por un alfa mejor que el. Por uno que no era un niño, por uno que cumplía su obligaciones como alfa. Por uno donde su apariencia no parecía la de un delincuente.

Luego de eso, Josh se acostumbre a sus relaciones de una noche. Donde ningún omega o beta que se encontraba en el club o en un fiesta se negaba a él. Y a la mañana siguiente le dejaban su número, pero Josh nunca había llamado a ninguno. Era una buena vida.

Josh admite que siempre se aprovechó del hecho de ser un alfa. Desde de poder conseguir ventajas de ello hasta para llevar a un omega a la cama.

Mientras, el le había dicho a sus padres hace poco que había conocido una linda omega. Una que de verdad le había gustado y quería intentar una relación seria. Y que todavía estaban en proceso de ser pareja, por eso no la había llevado a conocer a sus padre. Menuda mentira se le había armado.

La puerta de frente a el se abrió, dejando ver al doctor. Josh levantó su vista hacia el.

—Josh Dun—llama Tyler, y el alfa se levantó de su silla a puras penas—Buenas tardes.

Tyler observa al tintado caminar con su pie adolorido hacia el, podía notar de que era un momento vulnerable para aquel alfa. Se hizo a un lado, dejándole espacio para pasar.

—Buenas tardes doctor—saluda Josh, entrando a la oficina.

El omega de Tyler se regocijo de gozo al sentir el aroma y el cuerpo del alfa rozarse contra su costado. Tyler respiro hondo, y busco calmarse, observando como el tintado caminaba hacia la camilla para sentarse en ella. El castaño rápidamente fue por las radiografías que había observado la noche anterior ni bien se las habían dado.

—Bien—comienza Tyler, llamando la atención del tintado
—Tienes un esguince de tobillo grado 3.

Josh hace una mueca—¿Por qué un grado tan alto?.

—Es una rotura total del ligamento—prosigue Tyler, rodando los ojos ante el estúpido comentario del alfa—Requiere tratamientos quirúrgicos.

—¿Eso qué significa?—pregunta Josh, frunciendo el ceño.

Tyler vuelve a ignorarlo—Por ahora no pensé en ponerte yeso, pero si pensé en una venda para inmovilizar tu tobillo y en unas muletas.

El tintado abrió su boca sorprendido—¿Muletas? ¿No podré caminar?.

—Obvio que sí, incluso podrás correr—contesta Tyler, sarcástico. Josh frunce el ceño ante eso—Reposo por una semana y luego empezaremos con los tratamientos y ejercicios. Quítate la zapatilla, por favor.

Josh maldice, quitándose su vans izquierda—Por lo menos no trabajaré.

—Sí, te escribiré un certificado para eso—anuncia Tyler, acercándose a un gabinete para sacar la venda y luego volver con el alfa.

Josh observa como el doctor envuelve su tobillo con dedicación y paciencia, evitando no lastimarlo por más que la venda estuviera apretada.

Tyler vuelve a por un papel de receta, para escribir el certificado. Josh lo observa en silencio.

—Podrás retirar un par de muletas en la recepción. También te anote un par de pastillas que puedes tomar para el dolor—anuncia Tyler, terminando de escribir y dándole el certificado—Tendremos una cita cada dos días, voy a revisarte constantemente.

—Veo que le gusto, doctor—ríe Josh, tomando el papel.

Tyler ríe falsamente—Ya quisieras. Puedes irte.

—¿Por qué es así conmigo?—pregunta Josh, levantándose de la camilla—Nunca tuve problemas con los betas.

Tyler sólo rueda los ojos. De verdad no quería lidiar con el alfa por más tiempo, no quería tenerlo en su oficial frente a el. Tampoco quería indagar en aquel por qué.

—Soy así con todos mis pacientes, señor Dun. No se sienta especial—responde Tyler, abriendo la puerta.

—Y ya me esta echando, hasta nuestra próxima cita doctor—sonríe Josh, dirigiéndose a la puerta.

Tyler solo asiente y se despide con un movimiento de su mano, como si estuviera restándole importancia. El tintado le sonrie una ultima vez, saliendo de la oficina con el certificado y su otra zapatilla.

El castaño se vio a sí mismo cerrando la puerta rápidamente detrás del alfa, buscando mantener aquel aroma. Pero no tarda en sentirse ridículo, así que rápidamente va por su aerosol aromático, rociando su oficina con el.

Vuelve a recomponerse, para poder seguir atendiendo a los siguientes pacientes.

***

Acá trate más sobre Josh, se viene lo bueno 7u7
Amo sus comentarios, me dan más ganas de seguir escribiendo.
Gracias ♡
-Mili.

Sassy omega ; joshler [omegaverse]Where stories live. Discover now