🌼Capítulo 27🌼

205 26 27
                                    

Habíamos coincidido ir un Dunham, el boliche, esta noche.

Yo tenía planes para el día de hoy...

A la noche iría con ellos, pero antes, me mantendría lejos del alcance de Bradley y en la casa de Nick. Si no podía estar en el colegio con él, por lo menos iría a su casa el fin de semana.

-Oh...emm, eres tú -así me recibía la más pequeña de los Wintters, claro que ella no sabía que su hermano y yo ya nos habíamos arreglado.

-Cassy, ya puedes dejar de tratarme como la mierda en tu zapato. Nick y yo ya nos arreglamos.

-¡Oh! ¿¡En serio!? ¡Eso explica su cambio de actitud! -exclamó entusiasmada. Luego del corto abrazo que me dio, me dejó pasar -Nick está arriba, supongo que nuevamente con Isaac.

El Sr y Sra Wintters no estaban en casa, tal vez sí, pero no estaban a la vista así que no me molesté en saludar a nadie. Subí la escalera sin hacer mucho ruido, luego cambié de dirección hasta el dormitorio y abrí sigilosamente la puerta, sin tocar antes en ella.

-Okey...princesa, tengo que enseñarte a tocar la puerta antes de entrar -esa era la primera vez que oía hablar a Isaac.

Los dos se encontraban en ropa interior, al frente del televisor, jugando la la Play Station.

Isaac tiene razón, tendría que empezar a tocar la puerta.

-Okey, Isaac, me estaría molestando que le digas princesa.

-Pero si tú le dijiste...

-Puede que sea una princesa, pero no es tú princesa así que no le digas princesa.

En ese momento me reí, pero luego de que mi torpe cerebro asimilara la oración completa, me sonrojo cual tomate y me quedo muda, parada en el umbral de la puerta de la habitación.

-Em...si estás ocupado, creo que yo debería...

-No, él no está ocupado y pasa, yo ya me iba -dijo Isaac parándose.

-¿Seguro? Cuando llegué no tenías ninguna intención de irte -pero él ya estaba cambiándose y luego de un apretón de manos, me hizo pasar y dijo en voz muy alta.

-Cuidado con lo que haces con ella. -se alisa la remera y se ató los cordones -No quiero que quemes mi cerebro con futuros nombres de bebés, ya bastante tengo que aguantar las horas que pasas hablando de "tú princesa".

Y se alejó a grandes zancadas de la habitación.

Todos los hombres saben esconder muy bien sus sentimientos, en realidad, sólo la mayoría, pero Nick entra en todos aquellos que digas lo que digas, hagas lo que hagas, siempre va a tener la misma expresión. En cuanto a él, siempre lleva una sonrisa.

-Ya era hora de que vinieras a buscarme. Te estaba extrañando, Voldemort. Ahora dime, ¿para qué me buscabas? -dijo poniéndose un par de pantalones.

-Quería saber si tienes la tarde libre para hacer algo...juntos.

Agrandó su sonrisa y me miró como si fuera un trofeo.

-¿Y qué quieres hacer?

Y yo qué sé. Mientras esté contigo me importa un comino lo que hagamos.

-Ir a caminar, a tomar un helado...

-Sí, lo del helado me vendría estupendo.

Se terminó de vestir, tapando la fabulosa vista que tenía y tomó, de su mesita de luz, las llaves de su auto.

Seguí sus pasos hacia abajo y luego del grito que pegó en la casa entera, anunciando que se iba conmigo a tomar un helado, me guió hasta la cochera y en menos de lo que había esperado, ya estábamos en una heladería.

Durmiendo con el enemigo Where stories live. Discover now