Capítulo 3: "Todo por Renee"

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El llegar media hora antes de lo acordado solo hacía ver que Hanny estaba muy ansiosa. Necesitaba tiempo para preparar su discurso, el cual no era firme. La única certeza de ese día es que Ethan no se tomaría bien la noticia. Se iría, y con ello dejaría muchas cosas y personas atrás, y una de ellas era él.

El más fiel y encantador amigo. Llamarlo en la mañana para que quedaran en algún sitio solo era el primer paso, el más simple.

Vio como el muchacho entraba a la cafetería y fruncía el ceño al verla ya sentada. Apuró el paso y se quedó cerca de ella.

—Se supone que nos juntaríamos en media hora más—se sentó con cuidado y la miró a los ojos.

—Lo siento, estoy algo ansiosa y no podía quedarme en casa esperando—reconoció poniendo las manos sobre la mesa. Esto a Ethan lo extrañó un poco más.

—¿Qué sucede? ¿Para que querías que nos juntáramos? —Hanny tragó saliva y de su bolso, sacó la carta. La miró un buen rato hasta que tomó la determinación de ofrecérsela a su amigo.

Ethan observó los papeles con cierto recelo y al ver como Hanny se los estaba dando, no tuvo más remedio que aceptarlos, temiendo lo que pudiese ser.

Leyó detenidamente sintiendo como los latidos de su corazón se aceleraban. Se mordió varias veces la lengua para no gritar. Llegó a la parte en la cual se dirigía a él y no pudo evitar que se le cristalizaran los ojos y derramar una lágrima, la desilusión que una vez trató de ocultar, volvió a sobresalir en él. Dobló la carta y la dejó sobre la mesa, tratando de aclarar sus ideas. Se quedó en silencio.

Hanny tomó el papel y lo guardó esperando la reacción de su amigo.

—¿Qué mierda hizo? —se preguntó hastiado—. No entiendo, ¿por qué nombra a Black Mist?—no podía creerlo.

—Es una pista, me la dio por si quería saber la razón de porqué de todo. Tengo una teoría, pero es muy loca.

—Tal vez sea lo que estoy pensando, que uno de esos hijos de puta la embarazó y la abandonó. ¿Es eso? —prosiguió molesto. Hanny asintió.

—Puede ser pero, no es algo que amerite un suicidio. Ya leíste, va más allá de lo que tú, ella o yo podamos enfrentar, algo más grande—Ethan la miró incrédulo.

—¿Qué piensas hacer?—Hanny se puso nerviosa y se movió en su asiento incómoda. Miró a Ethan, él todavía esperaba algún tipo de respuesta. Se enderezó y se puso seria.

—Me iré a Nueva York con mi hermano la próxima semana—dijo sacándose un peso de encima. A Ethan lo tomó por sorpresa. Por un momento se quedó en blanco, negó con la cabeza.

—Es una locura, ¿por qué te irías? —exigió saber. Hanny se quedó en silencio, y esa fue toda la respuesta que necesitaba—. ¿Buscarás la razón, la verdad?

—Sí.

—No lo puedo creer—bufó—. Perder a alguien tan importante, Hanny, sé lo que se siente, ambos perdimos a la misma persona. Puedo entender...trato de entender tu postura, pero es una locura.

—Ethan, quiero hacerlo, y la única forma es irme allí.

—¿Por qué?

—Black Mist, ellos viven en ese lugar—tomó ambas manos de su amigo—, te agradecería que me ayudaras a que esto no sea más difícil de lo que es.

— Esto va más allá de una promesa o una petición. Es tu último año, ¿qué se supone que harás en una ciudad tan grande tú sola? ¿Hanny lo pensaste bien?, no te guíes por un impulso estúpido—dijo prácticamente rogando.

Los Secretos de ReneeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora