Capítulo 3: "Actitud"

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Caroline Beuss

Rojo Athenea

Capítulo III

Actitud

Durante varios días, Eri había asistido a la biblioteca. A pesar que en ocasiones se aburría, pues leer representaba cierto esfuerzo por su parte, considerando que no lo tenía como hábito, le hacía sentía bien consigo misma notar que con cada visita aprendía algo nuevo. El pasar tantos meses sin estudiar, le hacía sentir poco inteligente hasta el punto de olvidar cosas básicas de la cultura general.

Era una persona bastante inocente, ya que se impresionaba con facilidad. Sentía que descubría cosas cada vez que tomaba un libro y leía sus palabras. En todos los días que iba para la biblioteca se encontraba con Víctor. El primer día, éste se debía retirar, cuando ella llegaba. Pero luego los dos visitaban el lugar a la misma hora. No cruzaban más palabras que sus saludos. Casi siempre era la misma gente la que visitaba el recinto: una joven poetiza que leía y escribía, un joven pelirrojo que pasaba más tiempo durmiendo que estudiando, una estudiante de física que hace pasantías en el laboratorio que está cerca del parque y otros.

-    ¿Cuando pensará en hablarme? –Se preguntaba Eri.

Tras una semana de estar siempre en el mismo lugar, sucedió algo muy esperado por la chica: Víctor se sentó a leer en la misma mesa que ella. A pesar que los nervios se apoderaban de su cuerpo, hizo lo posible por parecer indiferente y concentrarse en su labor.

-    Admiré el amanecer del parque –Comentó Víctor.

-    ¿Per-perdón? –Preguntó Eri, sorprendida.

-    Es hermoso. Se ve distinto a todos los que he visto. Imagino que es debido al color de las algas marinas en el lago.

-    Oh… -Dijo Eri, sin saber que responder.

-    Lo pintaré –Expresó, decididamente.

-    ¿Quieres decir que estarás a horas de la madrugada esperando a que sea hora de pintarlo?

-    Si. Me inspiraré en el prodigioso pintor Monet.

-    ¿Monet es quien pintó una iglesia a diferentes horas del día?

-    Eso es correcto –Asintió con distinción- Pienso tomar varias fotografías y hacer un rápido boceto. Lo haré dentro de dos noches.

-    ¿Y por qué esperas tanto?

-    Tengo que comprarme un bastidor nuevo –Dijo encogiéndose de hombros- El anterior se rompió por haber golpeado aquel maleante.

-    Lo siento. Se rompió por mi culpa.

-    No. Yo decidí ayudarle –Dijo mostrando mucha satisfacción por su acción.

-    Si quieres te acompaño.

-    Todo Por amor al arte –Citó, finamente.

-    Nunca lo he visto. Sería bueno acompañarte para verle –Dijo, pensando una excusa para estar con él- Se de ello porque me lo comentaron, pero no lo he contemplado aún.

-    Es una excelente idea –Respondió y siguió leyendo.

Era algo extraña la actitud del joven pintor, sin embargo Eri quería seguir hablando con él.

-    Disculpa… -Dijo, tímidamente.

Él le miró con sus penetrantes ojos azules y preguntó:

-    ¿Desea algo?

Por unos segundos Eri se quedó callada, ya que se distrajo observando el fuerte mentón de Víctor y sus aparentemente suaves labios. ¿Sería Víctor una persona que besa sin sentir algo por la persona? Pensó Eri.

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