Capitulo 6

140 16 2
                                    

Luego de ese humillante momento, me dirigí directamente a mi pieza, dando largas y fuertes zancadas, repartiendo una mirada amenazadora a cualquiera que se cruce en mi camino. ¡Tenía toda mi ropa sucia!, bufo. Como odio cuando pasa esto. Me voy y me cambio en el baño de mi cuarto, luego de pegar un portazo a la puerta de esta. Me miro al espejo, pasto, verde y enchastrado pasto sobre mi camisa limpia. Me la quito, y cuando lo hago... y... la verdad no soy gordo, ni soy musculoso, pero por lo menos me mantengo, y además esa extraña irritación en mi pecho. ¿Qué es? Al parecer Katsuana sabe, pero ni en pedos me lo va a decir, y a mi hermano menos. Miro mi rostro y al parecer hay unas pequeñas gotas de sudor, creo que solo fue por los nervios que me dio Nakatsii, maldita. Suspiro. Escucho unos ruidos provenientes de abajo, al parecer se van ya mis tíos, ¡Sí!, bueno no por mis tíos, sino por mis fastidiosos primos.

 — ¡Kitsume! - grita mi mama, bufo - ¡baja ya a despedirte de tus tíos!

—  ¡YA! - hay, ¡déjenme tranquilo en mi mundo! Frunzo el ceño y salgo de mi pieza para dirigirme a la salida para despedir "pacientemente" a mis tíos y primos.

Luego de despedirlos, Katsuana me miraba raro, en realidad no me sorprende pero... me miraba más raro que otras veces. Trate de no darle importancia, pero luego recordé lo que me dijo en el patio trasero de mi casa. No tendría que preocuparme pero, no puedo evitar quitarme esa sensación de preocupación de mi cabeza. Así que solo fui a mi cuarto y me encerré como siempre, en mi feliz mundo en donde no me importaba nada ni nadie, excepto mi familia y amigos.

Escuche unos chasquidos, una, otra y otra vez. Frunzo el ceño y cubro mi cabeza con mis brazos.

— ¡Hey! Ya adefesio durmiente, ¡Despertate loco! - me grita de mi lado derecho.

— ¡¡Pero déjame tranquilo, que no dormí bien anoche!!! - le grito a Inutsiaa, que se encontraba sentado a mi lado, como todos los días en el colegio.

— Para mí o se te está haciendo mala costumbre dormir mal por las noches - me replica Inu.

Si, y tiene razón, la verdad no dormí muy bien anoche, ya pasaron tres días desde que los tíos se fueron a casa. Y ningún contacto con ellos desde entonces, no sé qué paso. Me resulta raro, extraño, pero mee. No puedo meterme en sus vidas, casa familia es un mundo. Y no los puedo invadir, y además prefiero no meter las manos en el fuego con mis primos, no no no. Lo que si me llama la atención fue el sueño extraño que tuve anoche, ¡¿Por qué carajos no comprendo ni lo que pasa por mi cabeza?! Fue de lo más extraño, como siempre imágenes borrosas e incomprensibles, pero había algo diferente, había voces, más bien gritos de los más aterradores. No quiero decir que sea un nene de mama que cuando está en la obscuridad se esconde debajo de la cama o duerme con las luces prendidas, pero esto es diferente... muy diferente.

—  ¿Qué te está pasando hermano? Ya paso como una semana o más que estas en esta situación... y ni te digo de cuando te desmayaste - me dice en un tono preocupado.

— No se...- no tenía ninguna excusa.

Ayato había dicho que era "solo una alergia leve". Le creí, estúpido y sensual doctor de dientes perfectos (típica frase de las supuestas "Pacientes"). Luego la irritación, y que Katsuana ah de saber algo de esto, ya me incomoda demasiado.

— Voy a intentar estar lo mejor que pueda el resto del día ¡Yo sé que puedo! - dije reincorporándome con una sonrisa retorcida y ojos bien abiertos.

Y hasta yo notaba que tenía unas ojeras tremendas. Mi amigo se inclino con una cara de tremenda sorpresa luego de mi repentina reacción. Luego solo carcajeo un poco, y a mi dio un tic en el ojo derecho.

— Ha ha. ¡Como si fuese a ser cierto! Ja ja - ya casi salían lagrimas de sus ojos por la risa.

— ¡Ya verás que si! - le grite con el ceño fruncido.

— Jaja - dice sarcástico - te re creo.

Yo me golpeo la frente con la mano, bufo y vuelvo a acomodarme en mi lugar. Esta será una mañana larga.

— Bua, se acabo - dijo mi amigo - bueno, ¿vamos a tu casa?, así me queda más cerca para la clase de actividades físicas

Estábamos saliendo del colegio, hoy el profesor de lengua me vigilaba con los ojos bien abiertos, ya que la semana pasada tuve un llamado de atención por ocupar el celular en clase. Estaba hablando con una amiga que se sentía mal ese mismo día y me estaba preguntando cómo estaba y no evite utilizar el celular para preguntar. Lo sé, soy una buena persona. Como sea, esa era la razón por la que evite hablar en la cena del otro día, mi hermano me mata, solo porque eso baja su reputación, malparido.

— Si, si vamos. Ya le avise a mi mama para que cocine para ambos, papa otra vez vendrá tarde y como siempre le guardara comida - Dije ya dirigiéndome hacia la parada de autobús.

— Jajaja si que tu papa trabaja - me dice Inu caminando a mi lado.

— Si, así al menos está todo bien en casa - sonrio un poco.

— ¡Hey! ¡Ustedes dos! - hay no - ¡¿Para donde se van?! - dice Aaju que justo no lo quería ver, ¿Para donde cree que vamos?

— ¡¿Para donde pedo pensas que vamos?! - me volteo para enfrentarlo.

— No se... a la esquina a robar a viejecitas, ¿Quién sabe? - dice encogiéndose los hombros, maldito hermano que tuve que tener.

— ¡Maldito estúpido! ¡Vamos a casa pelotudo! - Le digo ya bastante frustrado - Sabes que, si queres ir, veni con nosotros. O si no, ¡Andate con tus muy idiotas de tus amigos! - apunto hacia donde están sus amigos, que veo... se están yendo.

— ¡Maldito enano! - ya se enojo - ¡Deja de insultar a mis amigos! ¿Qué pedo te hicieron? Solo quiero ir a casa para saber que cocino mama - suspira- no tengo ánimo para salir ahora - me dice ya calmado, eso me basta.

— Está bien, vámonos- y así mi amigo salió de su shock, chasquee frente a su cara para que se despierte, parpadeo varias veces y se zarandeo la cabeza y me siguió hasta la parada de colectivo

— Siempre son así de... -

— ¿Así de qué? - No le doy importancia.

— De intensas - Me repite más molesto.

— ¿Qué intensas? - Le digo confundido sacando mi pase para el colectivo de mi mochila.

— ¡Las pelas con tu hermano! - me grita en la cara - y no sé como rayos hacen para calmarse repentinamente, ustedes sí que no son normales - Dice apuntándonos a mí y a Aaju con en el dedo índice.

Yo me rio, y luego Aaju también, y Inu nos mira como si fuéramos unos pacientes salidos del manicomio. Luego después de calmarme un poco, apoyo mi brazo en su hombro.

— JAJA, Tu sí que no sabes lo que es tener hermanos - le digo en un tono divertido.

Imagen de Inutsiaa.


Yo... ¿Lobizón? ¡NO PUEDE SER!Where stories live. Discover now