capítulo 1:comienzo y soledad

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Comencemos por el principio, mí principio. Porque como toda historia depende de los puntos de vista y seria grosero, además de erróneo decir que mí verdad es la absoluta.

Como sea iniciemos, en primer lugar mí nombre es Diana, Diana Luna Williams, un nombre que mostraba una dulzura que no era demasiado propia de mí, o al menos no ahora, no la verdadera yo.
Creo que debemos de empezar unos años antes Cómo cuando tenía unos 11, acababa de entrar a la secundaria sería un gran año o al menos eso pensaba, estaríamos todos juntos. Lo que me recuerda que les tengo que contar que desde muy pequeña tenía un grupo de amigos de mí edad, que nos conocimos porque nuestros padres eran colegas. Fueron Buenos tiempos, ellos eran Eliot García, Endimion Parker, Emily Martínez y Sarah Del Río.
Habiéndolos presentado pasemos a lo que paso dos días después de empezar la escuela. Mis padres se estaban por ir a una fiesta, anda tú a hacer de que. Ambos estaban discutiendo, las últimas semanas era todo lo que hacían, lo cual era preocupante porque comenzaron a hacerlo de la noche a la mañana. Cuando se estaban por ir y dejarme como por tercera vez en menos de una semana, Comenzaron a hablar.
-Diana - dijo mamá abrazándome- Sabes que pase lo que pase te vamos a amar...- en ese momento no entendí sus palabras, como me hubiera gustado saber a que se referían.
-Mamá, Papá ¿Qué sucede?- inquirí confundida.
-Todo estará bien, ¿Si?-aseguró mí padre con confianza mientras ponía una Mano en mí hombro.
-Se buena y pase lo que pase nunca dejes de estudiar- yo asentí.
-Los amo- les dije mientras me lanzaba a sus brazos.
-Diana- llamo mí madre cuando nos separamos- esto es para ti- dijo extendiendo una caja que al abrirla tenía un brazalete muy hermoso de plata (foto multimedia) entonces se fueron diciendo.
-Se fuerte, para poder vencer todos los retos- como me gustaría decir que a la mañana siguiente me desperté con la voz dulce de mí madre pero no es verdad. Lo que me despertó esa mañana fue los golpes de una empleada, en mí habitación, mire la hora en el despertador y eran las 6:30. Me levanté dirigiéndome a la puerta.
-Estaré lista en 5 minutos para ir a la escuela, ¿Mis padres ya volvieron?- inquirí adormilada.
-Será mejor que bajes ahora, tú padrino esta aquí - yo la mire confundida pero luego de soltar un suspiro baje las escaleras. Encontrándome en la cocina a mí padrino. Él tenía los ojos rojos parecía que había estado llorando y sobre la isla de la cocina su portafolios.
-¿Qué sucede? creí que mis padres no estaban
-Tenemos que hablar, Diana- se notaba muy adolorido. Y me hubiera encantado no saber el porque.
-Tengo que ir a la escuela - dijo con obviedad.
-Hoy no- aseguro con firmeza- Diana ven aquí- yo obedecí y luego de un largo silencio hablo con su mano en mí hombro- tus padres están muertos, los han asesinado- tarde unos minutos en entender de que estaba hablando cuando lo hice todos los recuerdos de la noche anterior me atacaron a la vez. Sentí como mí cuerpo quería devolver todo lo ingerido corrí hasta el baño de la planta baja y cuando me arrodillé en el retrete todo salio. Como si eso me hiciera sentir mejor. Lo único que logre fue entender que estaba sola y que debía quedarme en pie como le prometí a mis padre.
-¿Diana estas bien? - inquirió mí padrino al otro lado de la puerta. Me puse en pie sin decir nada con una expresión neutral, salí del baño y lo mire a los ojos.
-Me voy a cambiar me puedes esperar creo que aún te queda algo que decir- En ese mismo instante no sólo perdí a mis padres, perdí mí niñez, mí felicidad y alegría, aunque lo que descubrí unos días después fue lo que más me dolió, pero no nos adelantemos.

Cuando volví a bajar las escaleras con un vestido corto negro que combinaban con mis ojos del mismo color, zapatos a juego, mí pelo del mismo color estaba atado en una media cola. Mire a mí padrino como si lo viera por primera vez, me senté a su lado y pregunté.
-¿Qué sucederá con las propiedades de mis padres? ¿Y conmigo?
-Eres la única heredera así que son tuyas- lo mire sorprendida- aunque legalmente no lo serán hasta que cumplas 18 pero junto con el testamento de tus padres hay un poder que en primer lugar me autoriza a ser tú tutor y en segundo me entrega un poder para actuar en tú nombre pero tiene que estar firmado por ti para que sea legal - explicó mientras me entregaba los poderes y los testamentos.
-Si Que pensaron en todo, casi pareciera que sabían que iban a morir - comente sin gracia y entonces note como bajaba la mirada- no puedo creerlo- me queje antes de recomponerme- ¿todo será mío?- pregunté confundida.
-Si aunque todos tus movimientos bancarios pasarán por mí y todos los movimientos empresariales tendrán que pasar por ti, ¿Entiendes?- yo asentí- una cosa más por nada del mundo puedes dejar la escuela y si veo que comienzas a desaprobar tengo derecho a cancelar tus cuentas y tomar el control de las empresas hasta que suban y así mismo si no vas en tiempo y forma en la escuela no podrás tomar el control a los 18.
-Genial- solté harta- ¿donde están sus cuerpos?
-En la morgue esta noche ya estarán en el velatorio y mañana a la mañana los enteraran- yo asentí.
-Muy bien, ¿una última cosa vendrás a vivir aquí?- inquirí con una sonrisa.
-Eso será como tú quieras- yo asentí.
-Espero que estén tus cosas aquí para mañana - dije antes de subir las escaleras y encerrarme en mí habitación boca abajo.

Los Guardianes Elementales 1: La Princesa Lunar Where stories live. Discover now