Recuerdos liberados

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Aline caminaba sola por el Instituto, era muy noche ya y los demás ya se habían dormido hace mucho. Ella no había podido conciliar el sueño por mas que lo había intentado.

Asi que se había levantado sin saber muy bien donde iba. Podía escuchar sus pisadas resonar en el suelo y ver su sombra proyectarse contra las paredes y sintió que era extraño A veces ella misma se sentía como una sombra, como si ella no estuviera allí del todo pero tampoco pudiera terminar de marcharse. Medio invisible y totalmente intangible. Podía ver a todos a su alredor y sin embargo no creía que la vieran a ella la mayoría de veces. Paseo por todo el Instituto y miro por un ventanal del salón hacia la ciudad que aunque era muy tarde aun no dormía. De vez en cuando llegaba a preguntarse si los mundis alguna vez dejaban descansar su mundouna noche entera.

Abrió el ventanal y sintió el aire helado acariciarle la piel. Se sentó el el borde de la repisa de la ventana y vio la oscuridad y altura que había a sus pies. Se pregunto si alguien se daría cuenta de que faltaba si saltaba y rompía con todo. Quizás si no aparecía nadie para chillar algo molesta y arruinar algún momento se preguntarían quien faltaba y caerían en la cuenta de que ella ya no estaba. Puede que la buscaran, pero no creían que buscaran una sombra. Tal vez luego de unos días se preocuparan de nuevo cuando vieran de que ella se había marchado de verdad.

Se encogió de hombros, pero no podía sacarse el sentimiento de que todo iba mal del pecho. A veces todo lo que queria era salir de ahi y no volver. Ni siquiera era buena cazadora. Cuando se trataba de una lucha de cuerpo a cuerpo ella sabia que su destino estaba sellado antes de empezar.

Prendió un cigarrillo y exhalo el humo hacia la oscuridad. Al terminar dejo caer la colilla hasta el suelo del patio y esta se apago mucho antes de tocar el suelo.

Miro al suelo y tomo una decisión, lentamente y con temor soltó las manos de la repisa y se puso de pie sobre la orilla de la ventana.

Miro hacia la sala y creyó ver un par de ojos escondidos pero ella sabia que no eran reales, eran su deseo desesperado de que alguien la detuviera. Entonces en silencio se despidió de todo.

Recordó los brillantes ojos de Helen y lo que se sentía besarla, era la primera cosa en su vida que se había sentido correcto, era lo unico que lamentaba dejar. Le llegaron destellos de recuerdos, cabellos color azabache, ojos azules profundos, risas con un chico loco, gritos de las cacerías, una mirada valiente como la de un león, cabellos rojos brillantes, risas infantiles y fiestas.

Decidió dejar fuera todo lo malo en ese instante y libero todo lo dejo ir susurrando una triste despedida y una esperanza de perdón.

Y entonces con un paso al vació se libero a si misma. Sintió el aire golpearla en la caída, y se sintió libre por primera vez en mucho tiempo. Pero el sentimiento duro menos de lo que habia esperado que hiciera.

Entonces un instante antes de golpear el suelo vio unos ojos brillantes verdes azulados y una mano pálida que se tendía hacia ella demasiado tarde.

Historias cortasWhere stories live. Discover now