Capítulo #38

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~ Narra Heather. ~

La puerta sonó por quinta vez. Yo no quería levantarme, no quería ver a nadie en estos momentos. Mi corazón dolía, aunque me decía siempre que era para un bien no dejaba de doler.

—Heather, abre la puerta. —hablaron detrás de ella. No respondí. —Por favor, solo quiero hablar.

—Vete. —grité para que me escuchara. —Quiero estar sola.

—No me mientas, Doreen, te conozco y sé que no estás bien. —recriminó. —Ábrele la puerta a tu hermana.

—Eres la última persona a la que quiero ver. —respondí.

—Sabemos que eso es mentira.

Rodé los ojos. A regañadientes me levanté de la cama y caminé hacia la puerta. Al abrirla me encontré con Kamille, quien tenía un bote de helado de frutos rojos, otro de moras, uno de zarzamora y de bubblegum.

La miré con una pequeña sonrisa. —Helados.

—No hay uno de todos los sabores, así que traje uno de cada uno. —dijo con una sonrisa cómplice.

Me hice a un lado para dejarla entrar. Mi hermana pasó y se instaló en la cama con los helados sobre esta. Kamille me pasó una cuchara y abrió los helados.

  — Entonces... ¿me dirás por qué estas metida en tu habitación sin comida, sin Lany... sin mi? — preguntó metiéndose una cucharada de helado de frutos rojos. 

Suspiré. —No quiero hablar sobre eso, Kam.

  — Vamos, D. Soy tu hermana, no puede ser tan malo ¿o si?

— Esto nos incluye a las dos, y a los elementos, Kam. — murmuré en voz baja.

— ¿Y a Lany? — preguntó.

Tragué duro al escuchar su nombre. Aún no podía soportar la idea de perderlo, pero prefería eso a perderle para siempre.

— Él no tiene nada que ver. —respondí.

—Heather...

—No, Kam. Tú no entiendes el dolor que siento al hablar de ello, de lo que hice. —interrumpí.

—Por eso. No entiendo tu dolor, ni si quiera tengo la mínima idea de lo que sientes, pero por eso estoy aquí. Quiero saber qué pasa, estar contigo, ayudarte... eres mi hermana, pero también mi mejor amiga.

—Kam, no quiero hablar de esto.

—Escondiéndote no lograrás nada, Heather, estando aquí lamentándote no llegaras a nada. Estoy aquí, contigo. Puedes contarme lo que sea.

—Logro el no tener que ver a Lany, el ver a Nelson. Esto es doloroso, no sabes que es perder al chico que quieres. —dije. Mi voz cada vez más débil.

—¿Qué no se? Perdí a Nelson, Doreen. Lo amaba, lo amo. El tener que esconderle lo que siento... el estar aquí... todo eso duele.

—No es lo mismo. —dije negando con la cabeza. —No es lo que está pasando.

—Lo es.

—No lo es, Kamille. —dije un poco más fuerte.

—¿Por qué no lo es? Tú amas a Lany, quieres estar con él pero algo te lo impide. Es lo mismo.

—No. —la miré a los ojos. —No es lo mismo.

—Heather...

—No es lo mismo, ¿sabes por qué? Porque yo tengo que decidir a quién salvar, a quien proteger. Tú no estás entre la espada y la pared, en riesgo de que Nelson mate a dos personas que amas. —mi voz ya era una sollozo. Mi rostro se llenaba de lágrimas poco a poco. —No estás involucrada en un trabajo que no quieres. ¿Si? Yo tengo que decidir entre salvar a mi hermana o salvar al chico que creo que estoy enamorada. Y decidí, Kamille. Decidí salvarte.

Revenge © |B#3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora