Capitulo 16

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Aquí les traigo un nuevo capítulo. 

En la semana suelo actualizar dos veces, pero este capítulo en particular tiene muchos detalles que son importantes y me permiten continuar con la historia.

Decidí, que para no dejarlos a la deriva, dividiendo el 16 en parte 1 y parte 2. Publicarles uno entero para esta semana. Dejenme sus comentarios y opiniones, ¡son muy importantes!

Si les gusto el capítulo, denle una estrellita. 

Un beso a todos lectores.

Sin más...

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-          Hola. ¿en qué puedo ayudarte? – pregunto cuando abro la puerta. No responden - ¿vendes galletas niño? – ladeo mi cabeza con un tono inocente.

-          Aquí tengo algo que te puedes comer.  – su ceja se eleva y su boca se  curva. Haciéndolo lucir insolente. - pero no se vende. – finge aflicción.

Pongo una cara de falsa decepción.

-          Bueno… Adiós. – Me despido con la mano y empiezo a cerrar la puerta.

-          Hey, hey… Déjame entrar. -  Robert empuja la puerta hacia mí y pasa a mi departamento.

Recorre mi piso como dueño y señor del lugar. Deja el saco en la encimera de la cocina, toma un vaso y va al refrigerador por agua. Yo solo lo observo estupefacta desde la puerta.

-          ¿Sabes que esto se podría considerar como allanamiento de morada? -  interrogo molesta.

Él se voltea hacia mí y me mira interrogante. Me cruzo de brazos.

-          ¿De hace cuanto eres el puto amo de ese piso? – le cuestiono. Él se acerca lentamente hacia mí. Con esa mirada de yo sé algo que tú no sabes.

Se encoge de hombros. El calor de su cuerpo me abraza. Se baja a mi altura y pasa sus brazos por debajo de mi trasero. Su cara está a la par de la mía.

-          Digamos que tengo una especie de pacto con la dueña. – responde.

-          ¿Una especie de contrato? ¿Cómo así? – me hago la desentendida. - ¿Algo de palabra? Eso así no funciona – le informo. – Porque cualquiera pudiera arrepentirse…

Me deshago de su abrazo y camino hacia la cocina dándole ahora la espalda.

-          Quizás la dueña crea que el trato ya no es conveniente. – continuo. – cualquiera puede cambiar de opinión… Además… - no puedo seguir porque Robert me gira y me levanta para cargarme en su hombro.

Grito por la sorpresa y él comienza a reír.

Placeres Ejecutivos - Emmgy R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora