Capitulo 5

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El viaje en el auto fue extraño, no hablabamos, y la tensión era palpable en el aire. Se veía muy sexy manejando, tenia muy buen perfil. En realidad, tenía muy bueno todo.

Con su mano derecha empieza a rebuscar algo en el carro, saca un CD. Lo introduce y empieza a sonar The Smiths. Una de mis bandas preferidas, eso me hace sonreír.

- ¿Te gustan? - me mira una vez y yo le doy una gran sonrisa, voltea de nuevo la vista a la carretera.

- Son uno de mis favoritos - Le respondo animada.

Vuelve a mirarme y me da una pequeña sonrisa tímida que podría derretir todo el polo.

En eso llegamos al restaurante, Robert aparca al frente, justo cuando me devuelvo para decirle que no creo que pueda aparcar ahí viene un chico, Robert se baja le da las llaves del carro, va hacia mi puerta y la abre para ayudarme a bajar. Ya lo capto, este es uno de esos lugares, como en las películas.

- Srta Elizabeth - Robert me tiende su mano en una silenciosa invitación.

La tomo y lo miro a los ojos, su mirada me quita el aliento y siento que todo el mundo a nuestro alrededor desaparece. Carraspeo.

Eso nos hace salir de nuestra ensoñación y Robert nos dirige dentro del restaurante.

Es un local muy amplio de dos pisos, tonos dorados y muchas cosas brillantes por todos lados. Robert da su nombre en recepción y nos llevan a la segunda planta.

Tomamos asiento en una de las mesas del fondo junto al ventanal, desde ahí se puede ver la ciudad. La vista es absolutamente maravillosa que hace que me pierda en ella. Cuando reacciono Robert me está mirando detenidamente.

- ¿Asombroso cierto? Es uno de mis lugares favoritos.

- Es impresionante - le respondo algo cohibida.

Robert se revuelve en su asiento y saca un sobre amarillo.

- Esta es una cena de negocios señorita, así que mientras más pronto abordemos el tema, mejor.

Su cambio de humor tan brusco me deja desconcertada por un momento.

- Por supuesto Sr. Accuri. - le respondo con un deje orgulloso.

En eso saca varios papeles del sobre y los pone frente a mí.

- En el contrato se estipula todo. Tendrá una semana de prueba antes de empezar, pero formará parte de su pago mensual si se desarrolla sin altercados. - dice con voz profesional mientras me mira fijamente - Trabajará de lunes a viernes, a excepción de ocasiones en que necesite de usted.

Siento como sus ojos me penetran a la espera de que yo digo algo.

- Me parece bien señor. - Le respondo suavemente.

- Espero y entienda que sucesos anteriores no harán que sea más condescendiente o permisivo con usted, espero un buen trabajo.

Por un momento la rabia se apodera de mi cuerpo. ¿Quién se ha creído este gilipollas para hablarme de esa manera? ¿Realmente se refería a la noche en el club?

- Si piensa que podría aprovecharme de una situación así, sr. Accuri. Yo en su lugar dudaría contratarme. - necesito el trabajo, pero que se joda ese cabrón - No le daría el puesto a alguien que pudiera perjudicarme. Laboralmente hablando - le digo con mi mentón en alto y el mayor tono despectivo que mi voz me permite.

Placeres Ejecutivos - Emmgy R.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora