BAD

CAPÍTULO 6. Sólo yo.

CAPÍTULO SEIS.

Sólo yo.

Quería destruirla yo.

 

 

Justin’s POV

Sería divertido. Sería jodidamente divertido.

Sonreí viéndola huir. Era fantástico, su miedo, sus lágrimas, me gustaba. Lamí la sangre que estaba en mis labios y limpie mi barbilla con la mano.

-Hagamos un trato, marica de mierda –le susurré violentamente a Harry “el maricón” Styles.

Él sólo me miró, apunto de orinarse en los pantalones.

Nadie quería problemas con la Cobra.

-Tienes muchos problemas conmigo, y va siendo hora de arreglarlos, pero hagamos un trato, algo que nos convenga a ambos.

Él no contestó de nuevo, sólo me miraba, tal vez era mi imaginación pero creo que alcanzaba a ver sus ojos brillar más de lo normal.

¡No me jodas! ¿En serio iba a llorar?

Alguien debería cortarle los huevos, no los merecía.

-La chica, pásale tus deudas conmigo, dame una razón para joderla. Que ella pague tus jodidas mierdas.

La incredulidad brillo en sus ojos.

-No volveré a joderte, a menos que tú me jodas a mí. Ella pagará todo.

Harry miró a Marissa con ojos desorbitados. Parecía no poder creerlo.

-Eres un maldito. –tartamudeó Harry aterrado.

Yo también la miré un momento, sus ojos llenos de lágrimas, de miedo, se veía preciosa.

-¿Tenemos un trato, sí o no? –pregunté cansado de tantas vueltas.

Después de un momento, él asintió ligeramente y se largó corriendo.

Marissa lo observó irse, perdiendo toda esperanza de que él fuera a ayudarla.

Acababa de venderla al diablo.

Me dirigí hacia el salón donde tenía clase y entré sin preguntar, la profesora estuvo a punto de gritarme hasta que notó quién era, se estremeció y siguió explicando tartamudeando ligeramente.

Todos agachaban la cabeza cuando pasaba cerca.

Me senté al lado de Chris.

-Si vuelves a intentar detenerme una vez más, olvidaré que eres mi amigo. –le dije con la voz que solía hacer temblar a los demás.

Él se quedó callado, sabía que era lo mejor.

Recordé sus lágrimas, su nariz y sus mejillas rojas por llorar, sus suspiros entrecortados, era preciosa.

-¿Le pegaste? –preguntó Chris, sacándome de mis pensamientos.

Lo miré, estaba serio y miraba al frente.

Chris era lo que se podría llamar mi mejor amigo. Yo casi confiaba en él. Casi.

-¿A quién? –pregunté haciéndome el desentendido.

Él por fin me miró.

-Justin, sabes perfecto de quién hablo, ¿la golpeaste? –preguntó molesto.