Capítulo 32.- Tramités

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̶ ¡¿Qué?! –Dijo papá muy sorprendido – No Miley, no metas a tu abuela en tu capricho de regresar.

̶ ¡No la estoy metíendo! ¡Yo solo dije lo que tenía que decir! ¡Soy mayor de edad en ambos países! ¡Así que iré aunque no quieran!

̶ ¿Y dónde vivirás? ¿Qué comerás? – Dijo mamá.

̶ Mamá... eso ya lo hablé con mi tía.

̶ ¿Y descuidarás tu carrera? No me digas que al faltar un año para acabarla te irás. – Dijo papá.

̶ No papá, ya hable con el director de la Universidad. Y... me dará la oportunidad y hará lo posible para que esté inscrita en cualquier Universidad de México. Solo ocupa unos cuantos datos que le daré hoy.

̶ Miley. ¿Y tienes dinero? No todo te dará tu tía.

̶ Lo sé. Pero ese problema ya está resuelto. Bueno por el momento.

Mis padres se me quedaron viendo un poco extraño. Mi papá estaba un poco seguro de cualquier decisión que tomará y mi mamá estaba preocupada; sentía que era su culpa. Mientras desayunaban, entre a mi habitación y me cambié. Tomé varios papeles desde mi acta de Estados Unidos, mis papeles de nacionalidades hasta las cartas que venían en la caja de cartón. Eche varios dólares para lo que fuera a gastar; salí de mi habitación, me despedí de ellos y salí del departamento. Al salir del edificio, tomé un autobús que me llevaría a casa de James. No era muy lejos de ahí, era pasando del centro de Los Ángeles. Al bajarme de autobús, timbró mi celular; era James.

̶ ¿Miley? – Hablando en inglés.

̶ ¿Qué pasó, James?

̶ Nada, Solo quería recordarte que a las 9 a.m., quiere verte mi amigo para ver del asunto de tu pasaporte.

¡Era una excelente noticia! James había revivido mi llama de la esperanza. Después iría al aeropuerto a hablar con el amigo de mi mamá. Pero ¿Que haría en 30min? Aún faltaba aproximadamente 30min para ir con ambas personas. Yo seguía sin decir nada y sin recordar que hablaba con James.

̶ ¿Miley?

̶ Ah, perdón

̶ Ok. Bueno...

̶ Iré a tu casa. Ocupo hablar con alguien.

̶ Ok aquí te espero.

̶ Llegó en menos de diez minutos.

̶ Si Miley, adiós – Río.

James me colgó, no creía que llegaría en menos de 10 minutos.

Entre a la recepción del pequeño edificio donde vivía James. No tarde en llegar al departamento 9 De la planta de abajo. Toqué y su madre me abrió muy amable como siempre, le gritó a James de que saliera de su habitación, porque había llegado su visita.

James apenas se estaba despertando y se sorprendió mucho al verme. Regresó a su habitación para cambiarse, mientras yo me quedé con su madre. Ella me abrazó y me felicito por mi cumpleaños, mientras me invitaba a tomar haciendo en su sala, sacó un pequeño regalo de su pequeña lacena; al sentarme saqué mi celular, y miré las pocas fotos que tenia de nosotros (Hugo y yo); Que hermosos momentos, pensé; la madre de James se sentó junto a mí y nuevamente me felicito, me abrazó y me dio la pequeña cajita. Me pidió guardarla rápidamente a mi bolsa; la guardé, ella me tomó de las manos y me preguntó en inglés...

̶ ¿Y cuándo te casaras con mi hermoso James?

¿Porque todos pensaban que James y yo teníamos una relación? Solo éramos unos buenos amigos desde la preparatoria y aparte mi corazón le pertenecía a alguien más.

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