La cita

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-¿Entonces no te molesta segura segura segura?-

-Segurísima- Meg se sentía muy feliz por ella pero sobre todo se sentía agradecida con Derek por aceptar cumplir el mas grande sueño de su amiga.

Clarissa llevaba puesto un hermoso vestido veraniego, su rojo cabello acomodado en una bonita trenza adornado con una visible preocupación en su rostro.

-Me va a dejar plantada o peor me va a remplazar por otra o peor me va a enviar a casa porque se va a dar cuenta de que...

-Clar- gritó su amiga tomándola por los hombros -Escucha bien, él no es así, te lo aseguro. Tú solo ve diviértete y deja que el destino haga de las suyas.

Solamente recuerda tu misma, enséñale lo maravillosa que es mi mejor amiga y estoy segura que lo dejarás boquiabierto-

-Toc toc toc-

-¡Es él!- gritó Clarissa escondiéndose en el armario- Meg estoy realmente nerviosa, ¿podrías por favor abrir tu?-

-De acuerdo, voooooy-

-Potters, pero que sorpresa encontrarte aquí- dijo el chico al verla abrir la puerta.

-Claro, ¿por qué habrías de esperar encontrarme aquí? en mi habitación, donde vivo-

-Muy graciosa, por cierto te ves muy linda hoy- susurró acercándose a abrazarla -pero tristemente no es tu día de suerte Potters, ¿en donde esta la señorita Clarissa?-

-Ahora viene, solamente una cosa. Te lo diré solo una vez y espero ser muy clara-

-Claro-

-Podemos ser amigos y todo lo que quieras, pero si la lástimas o le das falsas esperanzas te juro que te mandare derechito al hospital real- Derek la miró seriamente antes de regalarle una sonrisa sincera.

-No te preocupes. Confía en mi- le dijo acercándose a ella -¿Otro abrazo?- Meg le sonrió y se dirigió a buscar a su amiga.

-Hola alteza- saludó la chica.

-Por favor, insisto, llámame Derek, ¿nos vamos?-

-Si- contestó con una sonrisa nerviosa aceptando el brazo que le ofrecía -Adios Meg-

-Diviértanse mucho-

Derek la llevó al lago y subieron a uno de esos botes-bicicletas en donde realmente debes pedalear si quieres moverte.

-Veo que te gusta aquí- comentó la chica mientras observaba tranquilamente a los pequeños peces nadando en el agua cristalina.

-Siempre me ha gustado, pero ¿te digo un secreto? ahora le tengo mucho más cariño- Clarissa sintió a su corazón dar un vuelco de emoción "Lo voy a hacer, le voy a decir. Es fácil solamente dile me gus...."

-Aquí fue donde realmente conocí a Potters- "De acuerdo no digas nada" pensó la chica sonriéndole. -Nunca pensé que encontraría a alguien como ella, es divertida, es inteligente y es linda, además no le da miedo enfrentarse a mi y a pesar de que no intenta impresionarme, siempre lo hace- dijo con la mirada soñadora antes de dar un largo suspiro.

-Pero solo somos amigos-

La chica lo miró asombrada y con un ligero dolor en el pecho -Aguarda, ¿te gusta Meg?- preguntó, aunque en el fondo ya conocía la respuesta.

-Pues claro- respondió como si fuera la cosa mas certera del mundo. -pero no se lo digas, me dejó bien claro como son las cosas.

Ella me importa demasiado y no quiero perderla, por ahora somos amigos, pasamos tiempo juntos y quien sabe tal vez las cosas cambien. Mucho puede pasar en un mes-

-Conozco a Meg mejor que nadie y ella no suele cambiar de parecer tan fácilmente- le respondió con amargura.

-¿Y quién dijo que sería fácil?-preguntó con una mirada juguetona. -Será un reto y por suerte a mi me encantan los retos. -




Un mes con el príncipe Where stories live. Discover now