Capítulo veinte

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—Quería verte—Su mano tocó mi piel desnuda, y me cubrí rápidamente con la sabana—No quería discutir contigo.

—Me has dejado claro qué prefieres las peleas antes que a mí.

—No me hagas elegir, Jude, por favor—Pasó su dedo por su labio herido—Esta noche he ganado.

—Te he visto—Dije triste—Y me arrepiento.

—¿Por qué? —Se levantó de la cama.

—Porque no quiero verte ensangrentado—Toqué la herida de su ceja—Vives una mala vida, algún día no voy a poder ayudarte, y tengo miedo de verte muerto.

—¿Quieres que lo deje?

—Te lo estoy suplicando—Cogí el cuello de su camisa y lo acerqué para besarlo—Espero tu decisión.

—Lo dejo—Quedé sorprendida—Te lo prometo.

—¿En serio? —Dije con mucha felicidad, asintió con la cabeza, y me lancé para abrazarlo—¡Gracias!

Nos besamos sin pensar en el mañana, uniendo nuestros labios con necesidad, sintiendo como encajaban a la perfección, su lengua acarició la mía, mientras que nuestras manos recorrieron la piel del otro.

Nos tumbamos sobre la cama, y nos dormimos abrazados, estando al lado de la persona que tanto quería.

 *

—¡Mamá!

Se giró sobre sus zapatos, y con una sonrisa en el rostro me sonrió y me abrazó fuertemente. Seguía triste, y al verme a mí sonrió desde la fiesta de cumpleaños. Su marido, mi padre, no merecía hacernos daño de esa manera.

Tomó una sabia decisión mi madre cuando lo echó, no solo hacia infeliz a mi madre, también quería apartar a Bieber de mi lado. Desayunamos juntas, y cuando ya estaba lista, subí a la habitación para buscar a Justin.

Él bajaría las escaleras de emergencia, y nos encontraríamos en la moto que quedó aparcada delante de mi casa. Bajó con cuidado, y yo hice lo mismo por las escaleras.

Me tendió el casco y subí rápidamente a la moto, condujo hasta el instituto a una velocidad muy rápida para mi gusto, cuando tiré de su camisa, bajó la velocidad.

La gente nos miraba al  aparecer cogidos de la mano, si Justin cambiaba se tenían que acostumbrar todos a vernos juntos. Me acompañó hasta las taquillas, y esperó a que cogiera los libros.

Volvió a entrelazar nuestros dedos, y seguimos nuestro camino. De repente sus amigos nos cortaron el paso, cuando intentamos dar media vuelta, cuatro chicos más no nos dejaban pasar.

—¿Qué queréis? —Preguntó con tranquilidad Bieber.

—No vayas con ella—Dijo un chico de cabello claro más bajito—Deja este juego Justin.

—Tiene razón David  —Dafne se acercó moviendo su corta falda—No es tu novia, soy yo.

—Que me dejéis en paz—Dijo Justin entre dientes—Elegir a otro en el grupo.

—¡No! —Gritó ella—No me voy a ir de tu lado.

—Justin—Dije en voz baja apretando su mano.

—No te preocupes—Me guiñó un ojo—Está loca.

—¿Tan loca como a noche? —Siguió acercándose—¿De la misma manera que cuando gemía contra tu boca? —Movió su cabello—¿Loca por encerrarme contigo en la habitación de Nick?

—¡No inventes! —Gritó Justin.

—No lo hago y lo sabes—Sonrió—Lo siento Jude, tu chico te engaña—Movió el cuello de su jersey, y me mostró una marca—Puedes volver siempre que quieras.

Se levantó sobre sus zapatos y besó a Justin delante de mis ojos, sentí como soltaba mi mano, el tiempo pasaba y no se separaba ninguno de los dos.

Se levantó sobre sus zapatos y besó a Justin delante de mis ojos, sentí como soltaba mi mano, el tiempo pasaba y no se separaba ninguno de los dos

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My tough boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora