Existe, el Joven Perfecto?

Cita Sincera

Cita Sincera

Por Mary G.B

“Debo decir que estoy contenta que confiaras en mí,

 Todos hemos tenido problemas y a veces no tenemos respuestas o soluciones para arreglarlos. Es bueno tomarse su tiempo para poder pensar sobre ellos.

Pero algo que aprendí, puedes estar esperando para arreglarlos pero al fin y al cabo no haces nada por hacerlos y entonces todo se pierde, todo se olvida.

Déjate de pensar en lo demás!

Ve haya con él y dile todo lo que hay en tu pecho!

HAZLO!

Ya es hora que dejes de esconderte de él, y de ti.

¿Qué va pasar después?

No te preocupes por ello, ya ha pasado mucho tiempo el cual haz desperdiciado porque te haz  hecho daño y para mí, él no es una ilusión y lo que sientes tampoco.

Haz tu futuro, pero vive tu presente para lograrlo!

Corre…

Corre rápido…

Aun tienes tiempo…

De saber si es el tu Joven Perfecto.

Yo Soy la Joven Perfecta, tu amiga Madison Becher, un gusto conocerte! Ánimos!”

-Madison?-dijo aterrada- Oh Dios!

No se podía mover. Enfrente de ella estaba la respuesta que tanto buscaba, en aquella pantalla, todo ese tiempo a quien tanto la ayudaba a ella era Madison. Era la chica que ahora mismo le decía que corría por Volker Ackerman. El chico que nunca pudo olvidar aunque fingiera serlo. El chico que era su Joven Perfecto.

Tomo su bolsa para tomar su celular.

-Tom…- dijo la chica decidida.

-Hola, amor que pasa?- contesto el joven.

-Necesito hablarte en persona…es algo importante.- estaba realmente culpable por hacerle esto a alguien que le importaba pero no amaba, entonces pensó en el azabache.- Ya me he decidido.

-Eva…-el chico se quedó callado.- está bien, podemos juntarnos en el centro comercial, te veo ahí.

-Gracias, Tom.

Agarro su bolso y camino fuera de su cuarto a paso rápido.

-Te haz decidido ya?- pregunto un joven recostado en la pared.

La chica volteo a verlo con una enorme sonrisa.

-Volker Ackerman, él es mi Joven Perfecto y si no se me declara él, lo hare yo!- dijo decidida y se fue.

Jared sonrió por su amiga.

Pero ahora le preocupaba Madison.

-Eres perfecta, Becher.- dijo mirando el techo.- ¿Tendré el mismo valor que Eva, para decirte lo que siento por ti?

Juntos.

Alrededor de ellos muchas personas.

Estaban solos.

Era su segunda Cita.

-Bueno, Madison deseas sentarte?- ofreció el joven sin expresión.- hay mucha gente.